Sole se quedó mirando el techo de colañas de madera que iban de un lado al otro del dormitorio de su primo Lucas. Sonrió para sí misma. No recordaba la última vez que se había corrido cinco veces seguidas, pero con seguridad solo podía haber sido con aquellos dos amigos con los que se acostaba, en su primer mes en Albacete cuando era una joven recién llegada del pueblo. Entonces había sido más salvaje, porque ella era más joven y ellos mejor dotados y con más aguante, pero ahora había sido también genial, más sensual y pausado. Se preguntaba cómo había podido haber estado treinta años sin revivir esas experiencias, asfixiada primero, dentro de un matrimonio agobiante y luego, una vez liberada, no haber reaccionado y haber seguido encerrada en su soledad.
Movió su cabeza y vio el cuerpo de Lucas, desnudo, sobre la cama, a su lado. Se giró hacia él, pegándose a su cuerpo caliente. Le gustaría quedarse toda la noche con él, pero no era posible. Instintivamente su mano fue hacia su pene y se puso a jugar con él. No tardó mucho en empezar a sentirla más dura, notando ella como también se empezaba de nuevo a mojar.
- Lucas, no puedo quedarme mucho tiempo más, porque ya es de noche y no quiero que me vean salir de esta casa demasiado tarde y que se corra la voz de que estamos liados, aunque sea verdad. Y menos aún, pasar aquí la noche y que me vea alguien salir de día. Pero no hay cinco sin seis. Necesito cabalgarte un rato. ¿Me dejas que te la termine de poner a tono? - dijo Sole y sin esperar a que le respondiese se tiró a chupársela de nuevo.
- Si no puedes quedarte… Mañana te vuelvo a invitar a cenar.
- No puedo quedarme, en serio. - contestó Sole, que mientras hablaba, no paraba de subir y bajar la mano por su pene - Y mañana sábado, como no tengo que ir a trabajar, vendré a media mañana y no prepares nada de comer, que no nos va a dar tiempo. Traeré algunos embutidos caseros para picar y vendré vestida como si viniese a ayudarte a limpiar, por si alguien me ve.
- Que miedo me das, Sole. Ahora soy yo el que no se si podré aguantar tu ritmo.
- Me conformo con que mañana me saques diez corridas. Cinco por la mañana y otras tantas por la tarde. Yo te ayudaré. Has despertado a la fiera que tenía dentro de mi - dijo, mientras ella se subía encima de él y dirigía su pene hasta que éste quedó enterrado en su vagina.
Sole empezó a restregarle el pubis contra su base del pene, consiguiendo que este se moviese dentro de ella como un badajo. Luego cambió de ritmo y apretando sus músculos vaginales, dejaba arrastrar sus labios vaginales a lo largo del tronco mientras la sacaba, dejándose luego caer sobre el pene para notar como le entraba hasta chocar con el fondo de su vagina. Al poco se corrió, pero no abandonó, probando todos los movimientos que sabía hacer.
- Esto es como montar en bicicleta. Dos pedaladas y ya sale todo solo, aunque lleve una años sin hacerlo. Qué gusto me da, aghh, como estoy disfrutando, aghh, me corro otra vez, que gusto, aghh, siiiii. Llega conmigo Lucas, lléname el coño de leche.
Lucas se corrió y le lleno la vagina de esperma. Ella siguió ordeñándole hasta el final y luego se dejó caer sobre el pecho de él.
- ¿De verdad vas a hacer que vuelva a casa sin bragas?
- Claro que si - dijo Lucas mientras las tomaba del suelo junto a la cama y se las llevaba a la nariz para olerlas.
- Eres un poco guarro, ¿no?
- Bastante. Mañana te dejas otras aquí y te podrás llevar estas. Así será cada vez que vengas.
- No tengo tanta ropa interior bonita. Tendré que comprar algo de lencería.
- Pues nos acercamos un día a Albacete y compramos.
- En Albacete me pueden conocer.
- Pues vamos a Murcia o a Granada. O mejor a Madrid. Allí no nos conoce nadie y podemos ir por la calle juntos. Quiero verte probar ropa y meterte mano en los probadores. Vamos un día, pasamos la noche en un hotel y volvemos al día siguiente. No creo que tus gallinas y demás bichos se vayan a morir por estar dos días encerrados.
- Vale, lo pienso y te digo - contestó Sole - Lucas, me voy - añadió mientras se levantaba y se vestía.
Observó a Lucas que mantenía sus bragas en la mano sin dárselas. Le dio un pico y se fue a su casa, notando como le escurría aún algo de semen entre sus labios vaginales y sentía el frio de la noche en su sexo mientras recorría el kilómetro que separaba ambas casas. Al llegar se fue a la cama sin ducharse, notando el olor a sexo que le rodeaba.
Al día siguiente Sole se despertó más animada que de costumbre. Antes de levantarse no pudo evitar pensar en la tarde de sexo del día anterior, y, al notar que se había acostado sin bragas y recordar dónde las había dejado, volvió a tocarse notando su sexo pegajoso y no paró de masturbarse hasta lograr otro orgasmo intenso. Luego desayunó y salió a dar de comer a los animales. Cuando acabó, fue a ducharse y luego se vistió como para ir a limpiar una casa, pero eligiendo las únicas bragas sexis que le quedaban. Recorrió el camino que había hecho la noche anterior con cara de satisfacción, pero parando en el supermercado a comprar embutidos, pan y productos de limpieza y decir, para que se oyera, que iba a limpiar a casa de su primo, para intentar acallar cualquier chismorreo.
Al llegar encontró a Lucas organizando a los albañiles que le estaban construyendo un muro en la parte más alejada del jardín.
- Ya veo que los has puesto a trabajar lo más lejos posible de la casa - dijo Sole
- Claro, para que nos dejen en paz. Solo van a estar media mañana. Vamos dentro.
- Ya, pero tengo que hacer un poco el paripé de que estoy limpiando.
- No, Sole, luego. Primero vamos a echar un buen polvo mañanero.
Durante las siguientes semanas, Lucas y Sole se siguieron viendo y, evidentemente, follando cada vez que tenían la oportunidad y reteniéndole en cada ocasión las bragas hasta la siguiente cita y devolviéndole las de la tarde anterior. Sole fue lentamente reencontrándose con ella misma, con la mujer que había sido y que incomprensiblemente había estado oculta tanto tiempo. Empezó a arreglarse y a ir a la peluquería cada semana, se cortó el pelo y se puso mechas. Con la ayuda de Lucas compraron por internet algo de ropa íntima sexy.
Una vez que se corrió en le pueblo la voz de que había un informático viviendo allí, y según fueron conociéndole, le fueron preguntando y pidiendo ayuda con los diferentes ordenadores que había en el pueblo. Nunca supuso Lucas que pudiesen quedar equipos tan obsoletos en uso. Pese estar trabajando ya en su ordenador con la primera versión del Windows 11, pasó a encontrarse con problemas en todas las versiones posibles de Windows, desde las que en ese pueblo parecían las mas recientes, que era el Windows 8, pasando por el XP, el 97, el 93, hasta incluso encontrarse un antiguo PC de IBM con dos floppys que aun trabajaba en CP/M que utilizaba el molinero desde los años 80.
Llegaron las fiestas del pueblo y ese día decidieron empezar a dejarse ver juntos por el pueblo, porque ya corría la voz por el pueblo de que algo había entre ellos y era absurdo negarlo. Lucas paso a recoger a Sole por su casa a media tarde y esta le recibió solo con una bata fina sin cerrar, que dejaba ver todo su cuerpo desnudo.
- Sole, así no llegamos nunca al pueblo. Ya me has puesto a cien.
- Ahora uno rápido, que estoy caliente, pero solo es un anticipo de lo que te espera esta noche. He decidido que durmamos juntos.
- ¿Dormir?
- Bueno, me refiero a pasar toda la noche juntos, no se si dormiremos algo. Cuando subamos del pueblo, entre el vinillo y eso, voy a volver muy salida.
Lucas se acercó a ella y la tumbó sobre la mesa de la cocina y como en las películas, le echó un polvo salvaje corriéndose ambos a la vez. Entonces Lucas sacó de su chaqueta un pequeño vibrador y se lo entregó.
- ¿Esto que es?
- Te lo tienes que meter en el chichi y yo lo controlo con el teléfono. Lo vas a llevar toda la tarde. Ya verás lo salida que vuelves esta noche, si es que no te corres antes.
- ¿Qué controlas?
- Tu métetelo y lo verás – le dijo Lucas mientras accedía a la App que controlaba el vibrador.
- No siento nada – dijo Sole
- Espera y veras – le dijo Lucas mientras le empezaba a subir de intensidad.
Poco a poco Sole empezó a notar como aquel pequeño artilugio empezaba a vibrar.
- No puedo salir así a la calle, Lucas, lo van a notar.
- Ya verás como no. De momento, lo pongo al mínimo, para que te vayas acostumbrando.
Sole se vistió con un vestido con falda larga y bajaron al pueblo. Recorrieron varios bares donde ambos fueron saludando a los que Lucas ya conocía y Sole le fue presentando como su primo lejano a los desconocidos. Se sentaron en una mesa en la calle y pidieron unas cañas, unos buñuelos de bacalao y algo de magra con tomate. Cuando les sirvieron y Sole intentó comerse el primer buñuelo, Lucas pulsó la App y el vibrador saltó a su máxima potencia. Sole dio un respingo y dejo caer el buñuelo al plato, mirando a Lucas con una cara de auténtica zorra.
- Lucas, por favor, aquí no. Ya se me había olvidado de que llevaba esto dentro.
- Sufre, Sole, o más bien, disfruta y sufre por no poder correrte a gusto.
- Que cabrón eres, baja esto, por favor.
- De eso nada. Venga, a ver cómo te comes ese bacalao.
- Una vez pasado el susto, es fácil. Mira. – dijo Sole mientras se llevaba el buñuelo a la boca simulando que fuese otra cosa, para luego añadir - Estas empezando a sacar todo lo golfa que llevo dentro. Te aviso con tiempo, yo no lo haría si no quieres compartir tu vida con un autentico pendón. A mi ya no me encierra nadie.
- Bueno, ya me iras contando qué quieres que hagamos.
Lucas fue poco a poco bajando el ritmo del vibrador. Cuando acabaron en ese bar, se fueron a otro y allí se encontraron con una compañera del Ayuntamiento. Sole se la presentó.
- Mira Lucas, esta es Manoli, mi compañera de curro y … mi confidente, a ella le cuento todo.
- ¿Todo? – preguntó Lucas, observando que Manoli era una señora de la edad de Sole, enjuta y con canas.
- Si, ella es la única que lo sabe. Lucas, mira, pídete unas cañas que nosotras vamos un segundo al baño.
Sole y Manoli desaparecieron por el fondo del bar y Lucas se sentó en una mesa con tres cañas y un plato de migas de harina que acababan de sacar. Mientras las probaba, volvieron las dos mujeres y se sentaron a la mesa. Lucas accedió a la App y le fue subiendo el ritmo al vibrador. Sole le miraba con ojos de tigresa, pero no demostraba nada. Unos instantes después Manoli le agarro del brazo.
- Lucas, para esto, que me voy a correr – dijo Manoli, ante el asombro de Lucas y la carcajada de Sole.
- Se lo he dejado probar – dijo Sole.
- Que guarra eres – le contestó Lucas – ¿se lo has pasado así, lleno de babas?
- Claro, para que le entrara mejor, ya te digo que tenemos confianza.
Lucas subió el artilugio a su máxima potencia y Manoli cerro las piernas y se tapó la cara. En ese momento se acercó un hombre al grupo.
- Hola Sole – dijo y dirigiéndose a Lucas, dijo – soy Ventura, el marido de Manoli.
A Lucas casi se le cae el teléfono de las manos. Manoli se puso toda colorada.
- Manoli, no bebas mucho que ya estas ya toda roja – dijo Ventura.
Lucas se colocó el teléfono sobre la pierna debajo de la mesa y se puso a charlar con Ventura.
- Ya me han dicho que eres de Madrid y que has reformado la casa de tu abuelo. Buena falta le hacía. Es un sitio bonito y era una pena que se cayese. ¿Pero cómo es que te has venido a este pueblo perdido de la mano de Dios?
- Bueno, no tan perdido, hoy con internet todo está conectado, y muy bien conectado. – dijo Lucas, mientras empezaba a accionar los diversos modos de vibración, que si en escalera, ahora en impulsos fuertes, etc.
- Pero en este pueblo casi no hay diversión, no es como en la capital, aquí solo en fiestas… – argumentó Ventura.
- Que va, Ventura, es cuestión de echarle imaginación. Con cualquier cosita se pasa uno un rato agradable, ¿verdad Sole? – Dijo Lucas mirando a ambas mujeres. Sole tenia cara de divertida, pensando en cómo se le tenía que estar poniendo el coño a Manoli. Manoli le dedicó una sonrisa, mientras seguía juntando las piernas.
- Manoli, te sigo viendo colorada – comentó Sole
- Es que tengo calor, voy a refrescarme al baño – dijo Manoli
- Te acompaño – dijo Sole.
Ambas mujeres se volvieron a ir y ambos hombres siguieron charlando sobre las costumbres de pueblo. Cuando ellas volvieron, Manoli y Ventura se despidieron. Lucas se dio cuenta que había dejado el vibrador en su máxima potencia y lo bajó.
- ¿Qué te ha contado Manoli? – pregunto Lucas - ¿Qué le ha parecido el chisme?
- Que estaba como una moto de salida, que necesitaba un polvo urgente, pero que como con Ventura ya casi no lo hace, se iba a conformar con el dedo que se ha hecho delante mio en el baño, antes de sacarse el chime del chichi. Me lo ha devuelto con más babas que cuando se lo he dado yo.
- Pobre chica, se ha debido quedar a medias.
- No te preocupes. Ya le he dicho que tú estas para lo que ella y yo necesitemos.
- Muy amable por tu parte, sobre todo que no me consultes esas cosas y le vayas ofreciendo mi pene a tus amigas… - le dijo Lucas medio en broma, medio en serio.
- Manoli está necesitada, como lo estaba yo. Es la única con la que he fantaseado todos estos años cuando nos tomábamos un café a media mañana. Si hubieses oído nuestras conversaciones. Estábamos igual de salidas hasta que yo empecé contigo. Me lo notó y se lo tuve que contar. Ella no lo pasa bien con Ventura, es de los que sólo piensan en él, llega rápido, se duerme y ella ni se entera.
- ¿Y le has dicho que yo…podría…?
- Pues sí. Y se ha puesto muy contenta, aunque le va a costar ponerle los cuernos a su marido.
- ¿Y cómo piensas hacerlo?
- Pues le he propuesto que mañana, como es fiesta, me acompañe diciendo que va a ayudarme a limpiar el establo en mi casa. Cuanto antes, mejor. Y cuanto menos se lo piense, también. Venga, Lucas, dale al chisme mas fuerte que me estoy poniendo a tono.
- Marchando – dijo Lucas, ajustando la App al máximo.
- ¿Nos volvemos a casa? – le preguntó Sole mientras le entregaba una tela enrollada. – Son nuestras bragas, las de Manoli y las mías, para que vayas comparando olores.
- Qué guarras sois. Pero como me gustan estas cosas. – dijo Lucas mientras se llevaba discretamente las bragas de Manoli a la nariz.
Volvieron paseando hasta su casa. Al llegar Lucas le metió la mano por debajo de la falda y notó que llevaba todas las piernas chorreando flujo.
- Como estas de mojada, nena.
- No lo sabes tu bien.
El polvo que tuvieron fue de los mejores que habían tenido hasta ese momento. Lucas se quedó a dormir en casa de Sole. Por la mañana lo volvieron a hacer y luego se ducharon juntos. Pusieron la mesa para desayunar en la parte posterior de la casa, a cubierto de posibles miradas indiscretas y entonces sonó el móvil de Sole.
- Hola Manoli, te estamos esperando…. Si, ahora no te rajes…. Venga, compra pan y aquí te espero…. Venga vale. – mantuvo Sole con Manoli.
Manoli llegó media hora más tarde y se sentó con ellos a desayunar. Venía con un pantalón pirata rosa chicle y una camiseta de tirantes blanca que dejaba entrever su sujetador blanco. Traía una bolsa con ropa de trabajo para disimular.
- Lucas, no quiero que pienses que yo…. – empezó a decir Manoli.
- No pienso nada, Manoli, y no quiero que pase nada de lo que tu no estés convencida. Sole es un poco lianta y no quiero forzar las cosas. Por cierto, te devuelvo tus bragas – le dijo Lucas, mientras se llevaba las bragas a la nariz antes de devolvérselas, notando como Manoli se ponía algo colorada.
- Gracias – contestó Manoli, prosiguiendo - El chisme ese de ayer…. me calentó mucho. Nunca me había metido nada dentro.
- Manoli, no seas mentirosa – le cortó Sole - que yo se que te has metido un calabacín…
- Eso no se cuenta, Sole. Fue solo una vez y para ver que se sentía con algo gordo dentro.
- Ahora hay muchos juguetes para mujeres. – dijo Lucas - Este chisme lo pedí por internet. Pero también hay consoladores de todos los tamaños, no es preciso un calabacín. Y ademan vibran o se mueven. Ya os iré comprando cosas.
- ¿Lo puedo probar otra vez? – la preguntó Manoli a Sole, que se levantó y fue al baño, volviendo con el vibrador, ofreciéndoselo a Manoli.
- Voy al baño…
- De eso nada, Manoli - dijo Sole – te lo metes aquí.
Manoli se levantó, se abrió el pantalón bajando la cremallera e introdujo la mano con el chisme por dentro de sus bragas, no dejando de sonrojarse, pero poniendo cara de golfa.
- Nunca he estado con dos personas… - dijo Manoli.
- Yo sí, aunque hace mucho tiempo de eso. – dijo Sole, levantándose y acercándose por detrás a Manoli agarrándole las tetas desde atrás y empezando a sobárselas por encima de la camiseta.
Lucas activo el chime con la App y lo puso al máximo de potencia. Manoli empezó a respirar fuerte. Sole le empezó a besar el cuello y le introdujo las manos por dentro de la camiseta y del sujetador, pellizcándole los pezones. Luego bajó una mano hasta meterla dentro de las bragas y le empezó a hacer un dedo, observando que Manoli se había depilado gran parte del monte de Venus. Un rato después Manoli tuvo su primer orgasmo.
Entonces Sole le hizo una señal a Lucas y este se puso detrás de Manoli, sustituyendo a Sole, que se puso delante de ella, le levanto la camiseta, le quitó el sujetador y le empezó a comer los pezones, mientras le bajaba el pantalón hasta los tobillos y la dejaba solo con las bragas. Manoli echó las manos hacia atrás y le empezó a sobar el paquete a Lucas. Lucas se bajó el pantalón y le dejo que le sobara el pene.
Luego Lucas le dio la mano a Manoli y entró en la casa, tumbándola en la cama para, a continuación, quitarle las bragas y tirarse a comerle el clítoris con ganas, metiéndole y sacándole el vibrador que seguía a máxima potencia. Sole se tumbó debajo de el y le empezó a comer el pene. Así estuvieron un rato hasta que Manoli se corrió de nuevo, poniendo a Lucas perdido de flujos.
Lucas le sacó el chisme del coño y se lo dio a Sole, que se lo introdujo con deleite. Lucas empezó a jugar con su pene alrededor de la vagina de Manoli, pidiéndole permiso para follársela.
- No se a que estas esperando, con lo bien que lo estoy pasando – contesto Manoli.
- Ya te lo decía yo – dijo Sole
- Ven Sole, déjame que te coma el coño, que nunca he probado uno – agregó Manoli. Sole se puso encima de la cara de Manoli, mirando a Lucas, que se la metió hasta el fondo, empezando a bombear y a sobarle el clítoris.
- Que gusto, aghh, como me gusta, aghh, y que dure tanto, aghh, que polvazo, aghh – empezó a gemir Manoli.
Un poco después Manoli se corrió por tercera vez, soltando un chorro de liquido que le mojó la tripa a Lucas. Sole se corrió también por la comida de coño que Manoli le estaba haciendo, por la excitación del momento y el chisme que tenía alojado dentro de su vagina. Cuando Manoli acabó de correrse le pidió a Sole que se quitase, que quería comerse una buena polla.
Lucas se tumbó en la cama boca arriba, Sole se colocó sobre su cara para que le siguiesen comiendo el coño y Manoli le hizo una mamada espectacular a Lucas tragándose todo lo que el echó cuando llego.
Se dieron una ducha los tres juntos y luego se tumbaron en la terraza posterior a descansar.
- Bueno Manoli, no me dirás que te lo has pasado mal y que lo que te conté era mentira.
- Pues no. Ya puedo decir que sé lo que es un buen polvo, porque me casé virgen y solo he estado con mi marido. Me da un poco de reparo haberle puesto los cuernos, pero lo que realmente me preocupa es cómo voy a seguir adelante con mi vida sin echar más polvos como este.
- Bueno Manoli, a Lucas te lo puedo dejar de vez en cuando, pero yo lo necesito en forma, y no va a poder con las dos.
- ¿Puedo opinar? – dijo Lucas
- No – respondieron ambas a la vez.
- Pues ya me diréis cómo seguimos adelante. – dijo Lucas.
- En el pueblo es imposible de encontrar otro hombre discreto y que no termine contando por los bares que se folla a la mujer del Ventura– dijo Manoli.
- Manoli, ¿tu marido te dejaría venirte conmigo un fin de semana a Madrid? – preguntó Sole.
- Bueno, si tengo un buen motivo, podría ser. – contestó Manoli.
- Una cosa Lucas, - dijo Sole - ¿y si nos vamos a Madrid los tres? He leído que hay sitios donde la gente se cambia de pareja o se enrollan entre varios. ¿Tú has ido alguna vez?
- No me ha hecho falta. ¿Es que quieres hacerlo con otros? Por mí, no tengo problema. ¿O es para Manoli?
- Para ambas, pero quiero que tu estes conmigo mientras me enrolle con otro u otros. Necesito unas sesiones de sexo a lo bestia. No me quiero hacer vieja sin volver a sentir dos pollas al mismo tiempo, mientras me como la tuya. Y quiero que a Manoli también se la metan por todos los sitios a la vez.
- Mira Sole, yo no necesito todo eso. – dijo Lucas - Te acompañaré, si es un par de veces, pero he venido a tener una vida tranquila y no quiero salirme del guion. A mí me basta con tener una relación contigo y, si se tercia, con Manoli, pero quiero seguir arreglando la casa y trabajando en mis Apps. Como posible novedad en mi vida prefiero intentar poner un huerto de tomates antes que liarme con unas cuantas tías adictas al sexo. Si queréis dos pollas a la vez, o tres o cuatro, puedo organizarlo, como una diversión, con algunos conocidos que estarán encantados de echaros unos buenos polvos. Pero, como te digo, de forma ocasional.
- Vale, con unas cuantas veces me basta. Luego ya veremos que es de nosotros. ¿Cuándo podríamos ir a Madrid? – dijo Sole
- La verdad es que el plan me apetece - dijo Manoli.
- Pues en cuanto podamos, nos vamos.
Lucas acabó con la obra de la casa y le propuso a Sole hacer ese viaje a Madrid. Lo coordinaron con Manoli y ellas se fueron en el autobús de línea, al que Ventura acompaño a su mujer para despedirse. Oficialmente se iban de compras para comprar ropa para una boda de una sobrina de Manoli. Al llegar a Madrid ya les esperaba Lucas en la Estación de Autobuses.
Fueron primero al apartamento turístico que Lucas había contratado para dejar las maletas. Luego fueron de compras para cubrir el expediente. Admiraron algunos escaparates de la zona de Serrano y alrededores, para luego ir a sitios más asequibles económicamente y comprarse algunas prendas de ropa y lencería. Lucas les regaló a cada una de ellas unos zapatos burdeos de Castellanos, en la tienda de Lope de Rueda, donde él también se compró unos mocasines azul oscuro con estribo.
Luego volvieron al apartamento para darse una ducha y vestirse para la ocasión. Estrenaron la minúscula ropa interior que acababan de comprar, poniéndose un vestido ibicenco encima. A Lucas le pareció que estaban espectaculares, dentro de sus naturales carencias. Lucas les entregó un vibrador anal a cada una, que se colocaron y activó la App. Manoli añadió el vaginal, porque dijo que necesitaba estar muy salida para poder hacer lo que se proponían.
Lucas había contactado con tres amigos suyos del banco, de su misma edad y que trabajaban en el área de ventas, de los que nunca rechazaban unas risas. Habían quedado a cenar en un restaurante en la zona norte de la calle Orense, no lejos de allí. Al llegar les presento a Javi, Pedro y Eloy. Este último tenía una especial afición hacia el sexo anal, que era lo que ellas iban buscando.
La cena se desarrolló entre bromas, contando Lucas cómo era su vida en el pueblo y como había llegado a conocer a su prima Sole y a Manoli. Después de algunos vinos y cuando pidieron un gin tonic, Lucas colocó el móvil sobre la mesa y empezó a jugar con los vibradores. Ellas sintieron como se excitaban, en especial Manoli que llevaba ambos. Decidieron irse al apartamento a seguir la fiesta.
Sole se fue en el Audi deportivo de Javi, junto con Pedro. Nada mas montarse, Javi le preguntó si estaba decidida a pasar una noche sexual a tope y ella dijo que sí, que a eso había venido. Javi le paso la mano por la pierna, subiéndole la falda. Ella entreabrió las piernas, levantando ligeramente éstas hasta dejar a la vista el tanga. Pedro, que iba sentado detrás de ella, le paso las manos por el pecho y le empezó a manosear las tetas. Javi aprovechó el primer semáforo para meterle la mano por dentro de la braguita y notar cómo estaba empapada, sobándole el clítoris todo el rato que duro el disco en rojo. Pedro ya le había soltado el sujetador y le sobaba el pecho, pellizcándole los pezones.
En el otro coche, que conducía Eloy, Manoli iba muy nerviosa. Lucas, sentado detrás, lo notó y activó los vibradores a tope y se puso en el centro y le preguntó:
- Manoli, estas a tiempo de parar. Si no quieres, lo dices.
- Si quiero, pero me da algo de corte. No los conozco de nada y nos vamos a follar juntos.
- Bueno pues decídete. Son amigos míos y te van a tratar bien, por eso no te preocupes. Solo es sexo.
- Venga vale, pero si digo que paréis, tenéis que dejarlo.
- Por eso no te preocupes. Pongamos una palabra de seguridad, si en algún momento dices Riopar, lo dejamos, ¿vale?
- De acuerdo. Lucas, ¿puedes bajar el chisme que estoy a punto de correrme?
- Bajado – dijo Lucas mientras le empezaba a rozar con el dorso de los dedos la zona donde se adivinaban los pezones que empezaban a marcarse sobre el vestido.
Así llegaron hasta el parking cercano al apartamento. Dejaron el coche y vieron el de Javi aparcado cerca. Se acercaron y vieron a Sole de rodillas en el asiento y con el culo en alto haciéndole una mamada a Javi, mientras Pedro le metía dos dedos dentro del coño. Les interrumpieron y los seis se subieron al apartamento.
Nada mas llegar las chicas se fueron al servicio, mientras ellos se ponían otra copa. Volvieron ambas solo con el tanga, dispuestas a no perder tiempo. Al llegar cerca de los hombres, se dieron la vuelta, se doblaron hacia delante y metiendo los pulgares por las cintas laterales de las braguitas, las fueron bajando lentamente dejando ver sus conchitas perfectamente empapadas y con hilos de flujo que se estiraban entre sus labios vaginales y el algodón del tanga. De sus culos sobresalían aún los dos vibradores anales y Lucas activó la vibración a tope.
Los hombres se olvidaron de sus copas y se lanzaron a quitarse la ropa y a comerles el coño y las tetas. Javi y Pedro se pusieron con Sole y Eloy y Lucas con Manoli, emparejándose tal como habían venido en el coche. Eloy decidió empezar pronto a dilatarle el culo a Manoli, por lo que le sacó el vibrador y se lo entrego a ella, que lo limpió bien con una toallita húmeda y después de empaparlo bien con sus flujos vaginales, se acercó a Lucas y se lo metió en el culo.
- Lucas, donde las dan, las toman. Ya puedes mantenerlo a tope para que veas cómo me has tenido toda la noche.
Lucas empezó a sentir una vibración extraña, pues era la primera vez que le metían un vibrador. Observó como Pedro estaba metiéndole una buena follada a Sole desde atrás, mientras que ella se la mamaba a Javi. Sintió una leve sensación de celos.
Un rato después de estar comiéndole el coño a Manoli y dilatandole el culo con su propio flujo vaginal, Eloy se dio por satisfecho y decidió que era el momento de metérsela por el culo. La colocó sobre Lucas y empezó a penetrarla. Ella al principio sintió algo de dolor, pero pronto se acomodó y el empezó a bombear dentro de su culo. Lucas se la metió por el coño y ambos empezaron a bombear a un ritmo desfasado y ella al poco entro en un proceso de corrida continua, unas veces leve y otras más fuerte, con jadeos profundos e incluso gritos de placer.
Así estuvieron un rato hasta que ella se volvió a correr de forma intensa, junto con mucho flujo y entonces decidieron descargar dentro de ella, llenándole ambos agujeros de esperma. Lucas además tuvo un orgasmo más fuerte debido a la excitación anal del vibrador. Manoli se dejó caer sobre Lucas y se acercó a su oído, para decirle lo bien que lo estaba pasando. Luego se fue a dar una ducha y Lucas se quedó mirando hacia Sole, que se había corrido varias veces y como era Javi el que ahora le estaba terminando de llenar el coño de leche, después de haberlo hecho también Pedro, al que ella se la estaba limpiando con la boca. Una vez que Javi acabó y se salió, y mientras le chorreaba el semen por las piernas, Sole se acercó y se sentó sobre Lucas, poniéndole perdido de leche pringosa.
- Lucas, he notado que me mirabas de una forma que no sabría definir muy bien. ¿Te molesta verme follar con otros?
- Bueno, podría ser. ¿Es lo que vas a querer hacer a partir de ahora?
- Lucas, no pienses mal de mí. No quiero follarme el mundo ni recuperar el tiempo perdido. Solo quiero tener un par de sesiones en plan orgia, como esta de hoy. Luego nos quedamos tú y yo solos allí en el pueblo.
- Espero que sepas parar. Ya te dije que no estoy por la labor de acompañarte mucho más tiempo en aventuras de este tipo.
- Vale. De momento vamos a disfrutar hoy. Tu amigo Eloy me la tiene que meter por el culo, y mientras quiero que tú lo hagas por delante.
- ¿Lo has pasado bien con esos dos?
- Si, pero me gusta más contigo. Una vez pasado el morbo de follar con unos desconocidos, prefiero una relación con algo de cariño, como lo tengo contigo.
- De acuerdo, venga, vamos a ducharnos que me has llenado de leche de esos otros.
Se levantaron y se fueron a la ducha. Allí se encontraron a Eloy follándose a Manoli por el coño desde atrás, mientras ella alternaba a chupársela a Javier y a Pedro.
- Manoli, chica, veo que no pierdes oportunidad. Que sepáis que esta chica solo había estado con dos hombres hasta esta noche, su marido y otro día con Lucas.
- Hay que recuperar – dijo Manoli, para añadir – venga chicos, quiero que me llenéis el coño de leche los tres seguidos.
Mientras que Lucas y Sole se duchaban juntos enjabonándose mutuamente, observaron por la mampara de cristal como los tres hombres se corrían dentro de Manoli, que no paró de gemir y de correrse.
Una vez duchados todos, se sentaron desnudos sobre las toallas en el salón y se pusieron unos gin tonics. Sole se puso junto a Lucas y se abrazó a él.
- Entonces, Manoli, ¿estás casada? – preguntó Eloy
- Si… bueno…
- ¿Dónde has dejado a tu marido?
- En el pueblo, piensa que estoy de compras con Sole.
- Pobre. ¿Y tú, Sole? – siguió preguntando Eloy.
- Yo estoy divorciada desde hace muchos años.
- ¿Pero estas con Lucas?
- Somos amigos, de momento. Nos llevamos bien, aunque creo que las cosas son diferentes en un pueblo. Probablemente, si estuviésemos en Madrid, Lucas no se habría fijado en mí.
- Nunca se sabe, Sole. – contestó Lucas – mis prioridades han cambiado mucho en los últimos tiempos. Yo ya no soy el mismo que hace cuatro años.
- De eso podemos dar fe nosotros – dijo Javier – Lucas ha dado un giro de 180 grados. Con lo pijo que era hace años, con su traje de marca, sus camisas de gemelos y sus corbatas de Hermes y ahora poco le falta para lleva boina. ¿Dónde te has dejado la garrota?
- Tampoco te pases, Javi. Además, estas faltando a estas señoras. Es otro mundo, ni mejor, ni peor. He ganado en calidad de vida y, como digo, mis objetivos en la vida han cambiado. Antes quería ascender y ganar más dinero, ahora solo quiero tranquilidad y disfrutar de la vida, de momento, junto a esta mujer – contestó Lucas señalando a Sole, sorprendiéndose a sí mismo de que hubiese añadido a Sole en la ecuación.
- Cambiando de tema – dijo Sole algo sorprendida también, y dirigiéndose a Manoli, le preguntó - Ya te han follado los cuatro y te la han metido dos a la vez, ¿qué más te falta hacer antes de volver con Ventura?
- Nada, pero vamos a no hablar de él, que no es un tema que me agrade. Al fin y al cabo, le estoy poniendo unos cuernos grandiosos, aunque se los merezca. – contestó Manoli, mientras alagaba la mano en ambas direcciones agarrándole a Eloy y a Pedro el pene y empezado a sobárselo a ambos. Luego levantó las piernas, dejando bien a la vista su sexo empapado de nuevo, añadiendo – A ver, ¿quién me lo come?
Javi se agachó y le empezó a pasar la lengua por el clítoris. Sole se abrazó a Lucas y después de darle un buen morreo, le preguntó:
- Lucas, ¿es que quieres algo más conmigo?
- No lo sé, Sole. De momento estoy a gusto contigo. Ya veremos cómo se desarrollan las cosas.
- ¿Hasta cuando me vas a dejar seguir golfeando?
- Esta noche haz lo que te apetezca, pero pasado mañana en el pueblo hablamos y vemos.
- A lo mejor te cansas de mi y quieres volver a ser un pijo y volver con mujeres espectaculares como algunas que he visto esta tarde. Por lo que le he sacado a tus amigos mientras estaban concentrados en ver cómo me podían follar, tú has estado con mujeres muy elegantes.
- Esa era otra vida que ya he cerrado. Eran elegantes y espectaculares, pero sin una visión real de la vida, más centradas en banalidades que en cosas importantes.
- Bueno, lo iremos viendo, Lucas. Entonces, dile a Eloy que me vaya preparando el culo, que quiero sentiros a los dos dentro de mí.
Lucas se levantó, habló con Eloy y este dejó a Manoli y se acercó a Sole y le empezó a sobarle y dilatarle el ojo de culo. Esta empezó a ronronear y a sobarle el pene a ambos, mientras veía como Manoli empezaba de nuevo a recibir el bombeo de Javi y se la mamaba a Pedro.
Finalmente, el culo de Sole quedó dilatado y ambos, Eloy y Lucas, se la follaron por los dos lados a la vez. Ella se corrió varias veces y les pidió que siguiesen aguantando y bombeando hasta que estuvieran agotados. Luego ambos se corrieron dentro de ella a la vez.
Lucas y Sole se tumbaron en una de las camas a dormir un rato. En la otra cama Manoli no dejó que ninguno de los otros tres descansase, turnándose en follarla hasta llenarle cada uno varias veces el coño de leche.
De madrugada los tres amigos se despidieron y Manoli se tumbo a dormir un par de horas. Luego se ducharon los tres juntos sobándose hasta correrse, desayunaron y Lucas las llevó hasta el autobús. Luego él se fue con su coche a visitar a un par de clientes y por la noche volvió al pueblo.
Manoli y Sole llegaron al pueblo a primera hora de la tarde y Ventura las esperaba en la parada del autobús. Éste las estuvo acribillando a preguntas que ellas sortearon con una soltura digna de un maestro del toreo. Ambas amigas se despidieron con un par de besos y Sole se fue a su casa.
Cuando llegó se fue a cambiar y se desnudó, poniéndose una bata sin nada debajo. Dio de comer a los animales y luego se sentó en su puerta mirando hacia la casa de Lucas, que se veía al fondo. Empezó a tocarse y a pensar, poniendo a un lado unos pensamientos y los contrarios en el otro lado.
Así, por un lado, había conseguido volver a despertar su lado más salvaje, comportándose como una auténtica golfa, pero, por otro lado, había descubierto que Lucas estaba interesado en ella y …. ella en él, y que Lucas no veía con buenos ojos estar junto a un completo pendón. Por un lado, había estado treinta años sin disfrutar del sexo y ahora no debería encerrarse en una relación, pero posiblemente Lucas le dejase algún que otro escarceo y qué mejor que acompañada por un hombre de confianza para poder golfear como lo había hecho la noche anterior. Por un lado, ya era una mujer mayor y solo le quedaban unos pocos años en lo que poder golfear y tenía que aprovecharlos, pero, por otro lado, ahora no era precisamente el momento de quedarse otra vez sola, porque podría ser para siempre y tampoco se lo pasaba mal con Lucas, sino más bien lo pasaba genial.
Definitivamente decidió seguir con Lucas hasta ver como se desarrollaban las cosas e intentar convencerle de echar mutuamente alguna que otra cana al aire. Siguió tocándose, reviviendo como se la habían follado por todos sus agujeros cuatro hombres en las últimas 24 horas, alcanzando, al recordarlo y por efecto del dedo que se estaba haciendo, un orgasmo bestial. Luego decidió que tenia que seguir con su vida y volvió a levantarse para hacer la comida.
Al día siguiente, ya trabajando en el Ayuntamiento, recibió la llamada de Lucas y quedaron en verse por la tarde en casa de Lucas, para hablar y cenar. Al llegar se dieron un beso largo, se sirvieron dos vinos rosados y se sentaron a charlar.
- Bueno Sole, ya has tenido tu primera noche loca. ¿Y ahora, que piensas hacer?