11
ANA
En el tren, nos llamó Adolfo. Nos dijo:
Esta mañana he sido un cobarde, he pensado más en mí que en Mónica, lo siento
¿Qué quieres decir?
Me asusté y no lo pensé, pero luego, almorzando estuve pensando en qué podía ser esa trampa y se me ocurrió algo pero me daba miedo a que me pillasen y me denunciasen, pero luego pensé que les dieran por culo, son todos unos cabrones
¿Y has descubierto algo?
Sí, no sé que es pero os lo digo, aunque no sé si servirá de algo
Venga, dinos
Felipe estuvo monitorizando los accesos a una parte del servidor, puso un programa
Ah ¿Y eso qué quiere decir?
Quería ver quién accedía a una parte del producto, a la importante, al algoritmo central
mmmm sigo sin comprender bien
Bueno, yo tampoco pero a esa parte solo accedían normalmente él y otros dos técnicos, los que entienden eso, el resto no tienen por qué acceder
¿Y pueden acceder más personas?
Solo ellos tres y los otros dos socios
Ajá ¿Y quién accedió?
Pues los dos técnicos, de forma constante, sin parar, pero eso es normal
Ah, vale
Pero lo raro es que… accedió Alfonso
Ah ¿Y es raro?
Mucho, él no entiende ese código
Ajá
Creo que esa era la trampa, o el cebo o lo que sea… no entiendo por qué es importante pero Felipe lo preparó y se puso una alarma por si accedía alguien diferente de él y los dos técnicos
mmmm
¿Os sirve de algo?
Miré a Gus. Sonreímos, no lo entendíamos pero estaba claro que era otra prueba más contra Alfonso. Le dije a Adolfo:
Creo que sí, que puede ser importante
¿Sí? Pues me alegro de haberlo hecho
Gracias, le has echado valor
Soy un cobarde, esto no es nada… decidle a Mónica que me perdone por no haber ayudado más y antes…
Has ayudado, ella se alegrará, eres prácticamente su único amigo en la empresa, su único amigo de verdad
Ya, menudo amigo… espero verla pronto, que se aclare todo y verla antes de irme
¿Te vas?
Sí, me voy a tomar un año sabático, para viajar, esto ha sido un palo, nada comparable a lo que Mónica ha sufrido pero para mí, Felipe también era importante
Lo entiendo, muchas gracias Adolfo
De nada, siento no haber llamado antes
Y nos despedimos de él. Teníamos indicios claros que algo pasaba con Alfonso pero ninguna prueba concluyente:
Había accedido a información a la que no debería acceder
Había contado mentiras sobre Mónica
Tenía deudas
Todo eso lo señalaba pero no lo podíamos acusar sin pruebas concretas, necesitábamos encontrar algo. Un rato después, nos llamó el abogado, habían ido a la empresa de seguridad del edificio de Mónica y encontrado la grabación, y en efecto, se la veía a la hora del crimen dándose un baño. Ahora estaban en contacto con la policía y esperaban que retirarán pronto la acusación contra Mónica. El abogado nos envió un trozo del video grabado desde su móvil, donde se veía a Mónica metiéndose en al piscina y, en una esquina, la fecha y hora. Gus y yo nos abrazamos emocionados. De todas formas, el trámite no iba a ser inmediato y tardarían un tiempo en aceptarlo y liberarla. Me maldije por mi impaciencia y no haberme quedado en Málaga para verla salir pero ya que estábamos casi en Madrid, aprovecharíamos para ver como obtener una prueba contra ese cabrón de Alfonso.
Pensé mientras miraba por la ventana y se me ocurrió algo. Se lo conté a Gus y llamamos a Patricia. Se puso rápido. Dijo que se había enterado de la detención de Mónica, que era imposible que Mónica hiciera algo así y que estaba muy preocupada. La corté y le dije:
Mira, Patricia, tenemos buenas noticias
¿Sí? Dime
Van a retirar las acusaciones contra Mónica
Ohhhh ¿Y eso?
Hemos conseguido una coartada para ella, una grabación de esa noche
Ella se alegró mucho y preguntó:
Pero ¿eso es seguro?
Sí, bueno, aún no la he visto, estamos en el tren, camino de Madrid, ahora cuando lleguemos a casa de Mónica la veremos
Ah, que bien, sois magníficos
No, ha sido suerte
No quería hablar de eso y cambié rápido de tema. Le dije:
Pero no te llamo por esto
¿Entonces?
Tenemos indicios importantes de que el causante de todo esto es Alfonso
Patricia no dijo nada durante unos segundos. Luego dijo:
Esa es una acusación muy grave
Lo sabemos pero… mira, hemos pensado en contaros a ti y a Paco todo, para que nos ayudéis a desenmascararlo
Pero…
Se calló otros segundos. La imaginaba con la cabeza loca, la noticia era impactante. Le dije:
Patricia, esto ya no tiene nada que ver con la empresa y sus cosas, esto es un asesinato, de tu amigo y su familia, sus hijos… no puedes anteponer la empresa a esto
No, no… es que… me has dejado…
Ya, es normal
No sé que decir, me he tenido que sentar
Sí, es muy fuerte, Patricia, pero tenemos que atraparlo y en eso nos tenéis que ayudar los dos
No sé como pero… sí, os ayudaré
Bien, muchas gracias, Patricia
¿Qué puedo hacer?
Llama a Paco y pasaos por la casa de Mónica en dos horas, allí os contaremos todo, lo que sabemos del asesinato, por qué van a liberar a Mónica y lo que sabemos de Alfonso ¿Vale?
Vale, vale… que fuerte, estoy conmocionada… no entiendo como… ¿Estáis seguros de eso?
Sí, Patricia, ahora luego os contamos, y si nos equivocamos, nos lo decís pero estamos seguros
Nos despedimos de ella. Si Patricia y Paco nos ayudaban, nos podrían dar información o podríamos preparar una trampa para Alfonso. Pensé que eran nuestra mejor oportunidad para atraparlo, teníamos que convencerlos para que nos ayudaran, sobre todo a Paco. Miré a Gus y le sonreí. Puse mi cabeza en su hombro y entonces recordé lo que había hecho esa tarde y se me revolvió todo. Gus no se merecía eso, tener una pareja tan… sucia, que lo engañaba… me di asco. Sabía que lo había hecho por una buena razón pero lo había hecho, y él no sabía nada. Me sentí sucia, despreciable y apreté los ojos pensando “Mételo en el agujero, ahora, que no salga“ y conseguí tranquilizarme.
Quise apartarme de él, no me merecía tocarlo, me sentía sucia, pero él me rodeó con sus brazos, me besó, me acarició… mi repulsa contra mí misma era fuerte y me levanté diciéndole que tenía que ir al baño, pero era solo una excusa, no me merecía que me tratara bien… fui y ni me atreví a mirarme al espejo. Me lavé la cara, la boca, y lloré. Cuando me tranquilicé, me sequé y salí. Me senté en mi asiento y le dije que iba a intentar dormir algo. Apoyé mi cabeza en la ventana y pensé en lo que pasaría cuando se lo contara a Moni y Gus, porque al final se lo diría, lo tenía claro, esto me acabaría explotando, no podría retenerlo y saldría del agujero. Y ellos… ellos me dejarían porque soy una puta y siempre lo seré.
Estuve todo el camino que quedaba ensimismada en mis negros pensamientos hasta que Gus me zarandeó, habíamos llegado. Me miró y dijo:
Has estado llorando
No sé, no me he dado cuenta
Tienes los ojos rojos y la cara mojada
Sí, bueno…
Lo siento, me he quedado dormido, haberme despertado para consolarte
No importa
Me abrazó y me encogí, me daba auto asco pero lo aguanté. Salimos del tren y buscamos un taxi. Cuando llegamos a casa de Moni, Gus dijo que se iba a duchar, si iba con él. Le di una excusa de que quería prepararme bien la reunión con Patricia y Paco. Me miró extrañado pero se fue al baño.
GUS
Salí de la ducha y fui al salón. Allí seguía Ana, con el portátil encendido. Me acerqué a ella para darle un beso pero me dio uno rápido. La notaba rara, sería por los nervios pero… no, era algo más, estaba seguro porque cuando estaba nerviosa le encantaba abrazarse o acurrucarse, y ahora estaba esquiva. Me dijo:
He pensado que vamos a grabar la reunión con Patricia y Paco
¿Y eso?
Para que la vea Moni mañana… es que quizás nos hemos precipitado y sería mejor sería retrasar esta reunión a mañana con Moni, pero es que no me fio de Alfonso ¿Qué opinas? ¿Los llamamos y lo retrasamos a mañana?
Entonces llamaron al porterillo. Le dije:
Tarde, ya están aquí
Bueno, pues nada, pongo esto a grabar
Me metí en nuestro cuarto y me terminé de vestir. Escuché la puerta y salí cuando estaba ya dentro Patricia. Le di dos besos y le pregunté:
G: ¿Vienes sola?
P: Sí, Paco llegará un poco más tarde
G: Ah
A: Gracias por venir tan deprisa
P: Aún estoy conmocionada, a ver qué me contáis
A: Sí, es que es muy fuerte
P: Pues empezad, no puedo aguantarme hasta que llegue Paco
A: A ver, lo primero es que tenemos coartada para Mónica. Resulta que esa noche del sábado, se levantó y fue a la piscina de aquí
P: Ah ¿y la vio alguien?
A: No, ni ella se acordaba, no nos dijo nada
P: Entonces… no lo entiendo ¿Cómo lo habéis sabido? ¿Y cómo es la coartada si nadie la vio?
No estaba dispuesta a contarle como había conseguido la información así que mentí y dije:
A: Ha sido un golpe de suerte, es que resulta que este recinto tiene muchas cámaras
P: Ah
A: Y un técnico de la empresa de seguridad del edificio nos ha dicho que se la ve dándose un baño a la hora del crimen
Patricia abrió los ojos y asintió. Dijo:
P: ¿Tenéis ya la grabación?
A: No, aún no, acabamos de llegar
P: Ah
Iba a contarle que nosotros no la teníamos pero sí las autoridades pero Ana tenía prisa por llegar al tema importante y siguió:
A: Y lo de Alfonso… pues sabemos que tiene fuertes deudas
P: ¿Alfonso?
A: Sí
P: ¿De cuánto?
A: No lo sé, pero es mucho dinero
P: ¿Y qué tiene que ver…?
A: Y ha acusado a Mónica
P: ¿De qué?
A: De amenazar a Felipe, de cambios de humor… vamos, de estar loca
P: ¡¡No me digas!!
A: Y lo último es que Felipe tendió una trampa para algo que tenía nerviosos a los tres socios y descubrió que fue Alfonso el que cayó en la trampa
Patricia se quedó callada, mirando al suelo. Después de unos segundos dijo:
P: Y de eso ¿Cómo os habéis enterado?
G: Adolfo nos lo ha contado
P: ¿Adolfo? ¿del trabajo?
G: Sí
P: Pero… mmmmm me está dando vueltas la cabeza
A: Normal
P: Pero estas cosas no demuestran nada ¿No?
A: No, por eso queremos que entre tú y Paco, nos ayudéis a desenmascararlo
P: Pero es que… no sé, no lo veo claro…
A: ¿No ves claro el qué, Patricia? Porque está bien claro
Patricia miró enfadada a Ana e intervine:
G: Lo que quiere decir Ana es que todo apunta a él ¿No te parece?
P: No sé… uffff, es que conozco a Alfonso desde hace mucho, no lo veo…
G: Ya, ya pero la gente hace locuras por el dinero
Patricia se levantó y dijo:
P: Que locura todo eso… necesito tomarme algo
Y se dirigió donde estaba el alcohol. Nos dijo:
P: ¿Os pongo algo?
Miré a Ana y dije:
G: Pon tres de lo mismo
P: Vale, seguidme contando
A: Ahora, cuando llegue Paco, queremos ver con vosotros como podemos hacerlo para que Alfonso confiese o si se os ocurre algo que podamos revisar para comprobar si llevamos razón o no
P: Algo… no sé ¿Cómo qué?
Patricia ponía las copas, dándonos la espalda, escuchábamos los cubitos de hielo en los vasos mientras seguíamos hablando:
A: Eso nos lo tenéis que decir vosotros
P: mmmm lo que pasaba que preocupaba a los socios… os lo voy a contar
A: ¿Ya sabes que era?
P: Sí, me lo contaron ayer
A: ¿Sí? genial, pues cuenta, cuenta, a ver si eso nos ayuda
P: Era un chantaje
A: ¿Chantaje? ¿A la empresa?
P: A los socios
A: ¿Por qué?
P: Esto es confidencial ¿Eh? Me lo contaron los socios pero es un secreto
A: Claro, claro
Patricia volvió con dos copas que nos dio a Ana y a mí. Luego, fue a por la suya y se volvió a sentar. Dijo:
P: Bueno, primeros brindemos por la liberación de Mónica
Y levantó su vaso para brindar. Bebimos sonriendo, es que era para celebrarlo. Entonces dijo:
P: Es una vieja historia, de cuando fundaron la empresa
A: Ah
P: Eran cuatro, no tres. El cuarto era el genio, el que pensó y programó el producto. Felipe lo ayudaba pero era ese cuarto el verdadero artífice de todo.
A: ¿Y qué pasó?
P: Los cuatro se conocían de la universidad, luego se fueron a la misma empresa… eran una piña. El cuarto les habló sobre algo en lo que estaba trabajando. A Felipe le interesó y le ayudó. Y luego, Alfonso y Paco vieron el potencial
A: Ajá
P: La cuestión es que la base de todo aquello era un producto de la empresa donde trabajaban pero ellos decidieron mmmm robar esa base, ponerle las mejoras del genio y formar la nueva empresa
Bebimos en silencio. Patricia continuó:
P: El día que decidieron que iban a dejar la empresa y crear una propia, se fueron a celebrarlo… bebieron, comieron, se drogaron, contrataron a unas chicas...
Miré a Ana pero ella estaba atenta a Patricia que continuó:
P: Pero el cuarto era muy introvertido, y no quiso follar con las chicas. Felipe se apiadó de él y lo invitó a hacer un trío con una de las chicas, como para ayudarlo. Estaban muy colocados. Empezaron a enrollarse con la chica y, resulta que no es que fuera introvertido, era gay, besó a Felipe, se enrollaron entre ellos y follaron, Felipe se folló al chico
Ana y yo nos miramos, aún sin comprender a donde llevaba esta historia. Patricia rió tristemente y dijo:
P: Me chocó bastante saber que Felipe se folló a un tío, no sé, no daba el tipo ¿no? jeje, pero hay tantas sorpresas en la vida… bueno, pues mientras ellos follaban, la putilla quiso participar y los tocó y parece que le cogió la polla al chico éste y que la tenía bastante pequeña. La chica se rió y dijo algo despectivo. El chico se enfadó, la empujó y la chica se golpeó fuerte, abriéndose la cabeza.
G: Joder
P: El chico se asustó y salió corriendo, colocado, borracho y asustado… cogió el coche y tuvo un accidente, murió
A: Madre mía
P: A la chica no le pasó nada grave, la llevaron a urgencias, le dieron más dinero y ya está pero luego se enteraron de la muerte del cuarto
A: Y todo esto ¿A dónde lleva?
P: Pues que al final cogieron todo el trabajo del chico, fundaron la empresa, no dijeron nada a nadie. El chico tenía familia y no le dieron nada, ni a la empresa que era la dueña originaria de todo
A: Ah, ya veo
P: Y hace poco, alguien les mandó un correo contando esto, algo que solo ellos tres sabían
A: ¿Y te lo contaron entonces?
P: Sí
A: Pero no entiendo ¿Tenían pruebas para ese chantaje?
P: Sí, dijeron que podían probar que el algoritmo base de nuestro producto y el de la empresa originaria era el mismo y pedían 20 millones de euros
Nos quedamos callados e impresionados porque para nosotros era una cifra exorbitante. Entonces Ana dijo:
A: ¿Y la trampa de Felipe?
P: Felipe les pidió una prueba para que demostraran que conocían nuestro algoritmo y el chantajista le envió un extracto de nuestro código.
A. Y Felipe pilló al que obtuvo ese código
P: Eso parece ¿no?
Me quedé pensando y, entonces, me di cuenta que algo me pasaba. Miré a Ana y la vi borrosa. Cerré los ojos y al abrirlos, veía aún peor. Intenté levantarme y dije:
Ana, me pasa alg…
Y me desmayé.