Capítulo 20
29 junio 2022
Olga
¿Te gusta así, puta, te gusta así?
Mmm sí, sí
¿Quieres más, zorra?
Sí, dame más duro, me voy a correr, me encanta
Lucas me agarraba fuerte por las caderas mientras me daba fuerte por el culo. Entonces, gemí sin parar y grité:
Me corrooooooo
Así, puta, así
Aghhhhhh, que grande la tienes aghhhhh
Lucas se salió de mí y se tumbó en su cama diciendo:
Ven, zorra, chúpamela
Me giré y me la metí en la boca. Él se rió:
Mira que eres guarra, directa de tu culo a tu boca, putón
Seguí chupando esa polla bastante gruesa aunque no muy larga. Lucas gemía mientras yo me esforzaba en la mamada, buscando que se corriera. Entonces dijo:
Que te gusta mi polla ¿Eh, puta?
Sí
Te gustan las pollas grandes ¿verdad?
Sí, mucho, me encanta tu polla, es enorme
Cómetela entera, métetela entera, puta
Me esforcé por metérmela entera en la boca, haciendo ruidos de atragantamiento, como sabía que le gustaba. Él dijo:
Joder, que forma de chuparla, eres una maestra chupa pollas, zorra
Me empujó la cabeza para que no me moviera, con toda su polla en mi boca, y dijo:
Lámeme los huevos, putita
Saqué la lengua y se los lamí como pude. Cuando al fin me soltó, me la saqué de la boca tosiendo mientras él reía y decía:
Túmbate, zorra, que me voy a correr en tu cara
Me tumbé boca arriba y abrí la boca sacando la lengua. Lucas no tardó en correrse en mi boca y cara mientras yo gemía de placer. Se la chupé hasta que empezó a menguar y entonces él se tumbó a mi lado, respirando entrecortadamente.
Me levanté y fui al baño. En cuanto cerré la puerta, me arrodillé al lado del váter y vomité la porquería que había tragado. Luego, me levanté y me miré al espejo. Cogí una toalla y me limpie la cara y rompí a llorar contra la toalla, en silencio. Cuando me calmé, me volví a mirar. Odiaba mi cuerpo, solo me había traído desgracias hasta que conocí a Tony. Sabía perfectamente que tenía que considerarme afortunada por unos genes tan buenos pero solo con Tony me había sentido agradecida por mi cuerpo, por gustarle más y más, y ahora estaba traicionándolo con ese cerdo “Tony, Tony, lo siento muchísimo”. Me metí en la ducha y volví a llorar amparada en el ruido de la ducha.
Todo había empezado en un mal día un mes atrás. Lucas me abordó en la calle mirándome con esos ojos nauseabundos. Intenté despedirlo tras las frases educadas de rigor porque conocía bien a este tipo de hombre, y como trataba a las mujeres, como meros objetos. Lo había visto en alguna fiesta que habíamos asistido con él, sus parejas eran chicas muy llamativas y claramente prostitutas, a las que trataba como propiedad. Y ya me estaba despidiendo cuando me llamó por mi nombre de actriz porno y puta “Evangina”. Me quedé de piedra.
Al principio intentó ser ¿Gracioso? ¿Adulador? diciéndome que era un gran fan mío, de mis videos, que me había descubierto uno de sus guardaespaldas que era gran aficionado al porno. Le dije que no sabía de lo que hablaba pero no se dejó engañar. Me quise ir pero entonces empezaron las amenazas, que había indagado y sabía quien era mi dueño, que me había escapado, que aún me buscaba. Y luego siguió amenazándome con enviar mis videos a mi trabajo y al de Tony. Y lo que me provocó pánico total fue cuando me preguntó con esa sonrisa taimada lo que haría mi dueño con Tony cuando se enterara que me había casado. Ahí ya me descompuse, sabía bien lo que podría hacerle y podía consentir que a mí me hiciera lo que quisiera, pero a Tony no. Y por culpa de ese gran pánico, cometí mi gran error, me metí en su coche y dejé que allí me tocara y me follara. Pero ese polvo no le gustó, me llamó mala puta, seca como un palo y no sé cuantas cosas más, porque había estado muy pasiva y rígida, casi en shock pensando en Tony, y estuvo a punto de enviar los videos a las direcciones del trabajo de Tony. Le rogué que no, que lo haría mejor. A partir de ese día, cada semana venía a esta casa y fingía que me gustaba como me follaba, fingía mis orgasmos, mi satisfacción, y él se lo creía, pensaba que tenía la mejor polla del mundo y que todas caíamos rendidas ante ella, conocía bien a ese tipo de hombres.
Pero lo peor era que en vez de hartarse pronto de mí, cada vez se estaba obsesionado más conmigo. Eso ya me había pasado antes y me daba mucho miedo y no sabía como salir de esta situación. Si follaba como le gustaba, no me dejaría tranquila en mucho tiempo, pero si follaba mal, no tendría problema en cumplir sus amenazas, para él yo solo era un objeto.
No podía decirle nada a Tony, quizás perdonaría mi traición pero estaba segura que mataría a Lucas y eso no lo iba a permitir, no volvería a prisión por mi culpa. Mi esperanza era que terminara cansándose de follarme, este tipo de tío era de los que se aburría de follarse siempre a la misma mujer. Solo tenía que aguantar un poco más. Luego, le diría a Tony de irnos a otra ciudad, cualquier sitio lejos de este cerdo. Esa era mi esperanza pero sabía que era muy difícil salir de todo esto sin que Tony saliera perjudicado y por él no conseguía reaccionar, si hubiera estado sola, me habría ido ya a otra ciudad o país.
Salí de la ducha y volví a la habitación donde ya no estaba Lucas. Me vestí rápido y bajé por la escalera. A mitad de la misma, escuché la voz de Lucas. Le estaba contando a alguien como me había follado y como yo lo había gozado. Sentí asco e iba a seguir bajando cuando el otro, uno de sus guardaespaldas, preguntó:
Entonces, jefe ¿Cuándo nos la va a pasar?
Paco, Paquito, Paco, creo que con esta te vas a tener que esperar bastante
¿Tanto le gusta?
La tía está jodidamente buena pero, además, es que es jodidamente buena follando
Jajaja
Creo que me la voy a quedar una temporada
Bueno, jefe, pero cuando se harte, nos la pasará a Esteban y a mí ¿No?
Ya veremos, lo mismo me la quedo más que una temporada
¿Y el marido?
¿Ese maricón? Se nota claramente que no sabe follarla, a esa puta hay que saberla follar como yo y ese es un musculitos maricón que seguro que ni sabe lo puta que es su mujercita
Jajaja
Pero algo pensaremos si molesta
Podemos hacer como con el gilipollas aquel de la obra
Mmmm ¿Un navajazo mal dado en una pelea en un bar?
Sí
Mmmm pues no es mala idea, así ella no se enteraría que fuimos nosotros y seguro que vendría a mis brazos a que la consolara jajaja
¿Lo arreglo, jefe?
Se quedó callado unos segundos hasta que dijo:
Sí
Bien, jefe, yo me encargo de todo
Me quería morir “no, no, no, a Tony no le pueden hacer eso, a él no, no”. Me desesperé sin escuchar nada más aunque ellos seguían hablando. Subí deprisa y me fui al baño, mareada y con un ataque de pánico. No sé cuanto estuve allí sin poder reaccionar. Finalmente, unos fuertes golpes en la puerta me desbloquearon:
Zorrita ¿Qué coño estás haciendo ahí dentro? El jefe quiere que bajes ya
V… Voy
Date prisa, putita
Esperé a que se fuera y luego salí. Lucas me esperaba y me dijo:
A partir de hoy vas a venir dos o tres veces a la semana
No… no puedo
Pues vas a poder
Yo… no…
Te va a encantar, nena, está claro que estás mal follada, necesitas a un tío de verdad
No dije nada, solo pensaba aguantar mis ganas de vomitar. Él continuó:
Además, he visto que te encantaba comer chochitos ¿No? Tienes un montón de videos con tías
Mmmmm
Podemos invitar a una amiga y os follo a las dos, no tengo problema
Va… vale
¿Qué te pasa? ¿Te ha impactado la noticia? jeje
Sí, supongo
Bueno, ahora vete, ya te llamaré
Y me dio un morreo que esta vez no logré fingir que me gustaba. Me fui de allí sin saber que hacer pero al llegar a casa había tomado una decisión. Me iría, dejaría a Tony. Podría contarle todo, pedirle que se viniera conmigo pero temía su reacción. Seguro que iría a por Lucas. Y si por un milagro no iba a por él y nos fuéramos juntos, Lucas no me perdonaría y me buscaría, y se vengaría, primero con Tony y luego haciéndome de todo. O habría otro Lucas, con mi pasado siempre habría otro Lucas. No, no podía hacerle eso a Tony. Lo dejaría por su bien aunque se me rompiera el corazón y se lo rompiera a él, pero al menos viviría y no iría a prisión por mi culpa. Reharía su vida, era un gran hombre, encontraría a una buena mujer sin un pasado como el mío.
Empecé a hacer una maleta sin parar de llorar. Luego, escribí una nota para Tony. Tenía que ser algo que le doliera para que no me siguiera. Le escribí que había conocido a otro y que me iba con él, que ya no lo quería. Me dolía en el alma escribir eso al gran amor de mi vida, pero lo hacía por él.
Dejé la nota en la entrada y subí a la planta de arriba a por mi bolso, pero me demoré oliendo la ropa de Tony, su lado de la cama,... Dios, cuanto dolía todo esto.
Y entonces escuché la puerta. Me quedé de piedra. Tony dijo:
Cariño ¿Y esta maleta?
No me moví durante unos segundos. Entonces escuché como subía corriendo por las escaleras y salí fuera de la habitación para encontrármelo con la nota en la mano y una expresión de desconcierto total:
¿Qué… qué significa esto?
Tony, lo siento, pero me voy
No, no, no te puedes ir
Pasé a su lado para irme pero me cogió del brazo para detenerme diciendo:
No puedes dejarme, Olga
Sí
¿Has… has conocido a otro?
Sí, lo siento
Pero ¿por qué?
Me soltó y se derrumbó en el suelo, destrozado, quedándose de rodillas. Estaba totalmente hundido y yo solo quería abrazarlo y consolarle pero me dirigí a la escalera conteniendo mis ganas de llorar. Entonces él dijo:
¿Es el médico?
Me giré para mirarlo porque no comprendía de qué hablaba:
¿Quién?
El de la clínica
Ah, no
¿Quién es?
No importa, Tony
¿QUIEN ES?
Retrocedí un paso queriendo irme ya pero tampoco podía dejarlo así. No dije nada pero él, derrumbado en el suelo, solo repetía la pregunta. Le dije:
Eso no importa, Tony
NO, ESO NO PUEDE SER, NO PUEDE SER
Y retrocedí otro paso sin acordarme de la escalera. Mi tacón sobrepasó el primer escalón y perdí el equilibrio cayendo de espaldas.