Capítulo 17
Verano 2022. Dos días después
Tony
Subí al barco después de estar nadando durante un buen rato. El sol ya pegaba bien, debían ser cerca de las 12. Miré hacia donde estaba Patricia, tumbada boca abajo, tomando el sol desnuda, con gafas de sol y la cara girada hacia mí. Podía estar dormida pero me parecía que más bien estaba rara, se había levantado extrañamente callada, y eso era muy raro en una chica que no paraba de hablar, contando cosas y preguntando. Era igual que su hermana, igual de curiosa e igual de abierta una vez cogía confianza, pero allí estaba, callada, no habría dicho más de 10 palabras en toda la mañana.
Yo también estaba desnudo y pensé si tumbarme a su lado o ponerme a la sombra. Tenía que decirle que al día siguiente tomaríamos rumbo a casa, ya me sentía más frío, más controlado, y ya era hora de ir a ver a Lucas. Entonces escuché:
Ven, échame la crema
Me acerqué y me senté a su lado. Cogí la crema y ella dijo:
Esa en la espalda, y luego el aceite en el culo
En la espalda para no quemarse y en el culo para coger más sol. Le eché un buen chorreón en la espalda y se lo esparcí por los hombros, brazos y espalda, despacio. Ella casi ronroneó de gusto con el masaje. Le pregunté:
¿Qué te pasa hoy?
Nada
Patricia, no me engañes ¿En qué piensas?
¿Ahora mismo?
Sí
Que tienes unas manos maravillosas jiji
Jeje, bueno, antes que eso
Pues no sé… Cuando te he visto salir del agua, me he acordado de una cosa
¿El qué?
El otro día cuando íbamos a salir con el barco
Zarpar
Bueno, eso, pejigueras
Jeje ¿Qué pasó?
Que me di cuenta que me iba en barco con un tío al que conocía poco, con antecedentes peligrosos y sin decirle nada a mi familia, y me entró algo de miedo
Me quedé pensando, no se me había ocurrido eso. No dije nada:
Fue solo un momento pero ahora, cuando no estabas era cuando tenía miedo, y cuando te he visto salir del agua, me ha entrado alivio
Ah
Bueno, alivio y alguna cosilla más
¿Cómo?
Estás muy sexi mojado y desnudo jiji
Me reí mientras me echaba en las manos el aceite y me ponía encima de sus piernas para aplicárselo en el culo con comodidad. Entonces dije:
También eres sexi a pesar de lo canija que estás
Ella giró la cabeza para mirarme y dijo:
¿Perdona?
Que tienes que comer más
Pero serás cabrón ¿Qué pasa? ¿Te gustan tetonas y culonas?
Bueno, un poco
¿Estás insinuando que me faltan culo y tetas?
No, no, jajaja, tienes un buen culo y unas tetas preciosas
Ah, porque vamos, no has parado de meterme mano
Normal
Me miró unos segundos y luego, volvió a echar la cabeza sobre sus manos diciendo como para sí misma pero bien alto:
Que estoy canija, será el tío… y lo dice mientras me mete mano en el culo y tiene su cosa ya dura
Me reí de nuevo, la chica no perdía atención porque era cierto. Seguí masajeando su culo y un poco sus muslos, y luego, empecé a masturbarla. Patricia gemía flojito, dejándose hacer. Tras un rato, me incorporé un poco y se la metí dentro de su coño totalmente lubricado. La follé despacio, escuchando sus gemidos quedos pero profundos. Pero la postura era incómoda para mí, con ella en horizontal sin levantar sus caderas. Se la saqué y le dije:
¿Sabes? Este aceite es buen lubricante
Ella no dijo nada hasta que de repente, levantó la cabeza, girándola para mirarme:
Eso no
¿Por qué? Deberías probarlo
Que no
Pero…
Pero ¿Tú has visto tu cosa? Ni hablar
Jeje, que exagerada
¿Exagerada? Pero si ya me parece grande para mi vagina o mi boca, ni hablar por detrás, no, no
Volví a masturbarla despacio pero esta vez le metí un dedo por el culo. Ella gimió y dije:
¿Ves? Te gusta
Un dedo sí, tu cosa no
Seguí moviendo mis dedos y ella volvió a poner su cabeza tumbada, sin dejar de gemir. Entonces me dijo:
¿Sabes a quién le gusta por detrás?
¿A quién?
A Isa
Lo sé
Ahora dio un bote y se incorporó mirándome con la boca abierta:
¿Se la has…? ¿Habéis hecho…?
Sí
Pero si solo has follado con ella dos veces ¿No?
Dos días, sí
Joe ¿Y te dio su culo en dos días?
Bueno, más bien se lo pedí yo… el primer día
Abrió más la boca y dijo:
Pero será zorra
Y meneó la cabeza incrédula. Le dije:
Entonces ¿Quieres probarlo?
Me miró con cara de “eres tonto o qué” y me dijo:
No, porque a ella le guste no me voy a dejar destrozar el culo
Que exagerada
Entonces me empujó diciendo:
Anda, túmbate
Y se puso encima, metiéndosela despacio. Cuando estuvo toda dentro, dijo:
¿Qué pasa? ¿No tengo el coñito prieto o qué?
Jajaja
Joder, porque yo me siento llena
Sí, la verdad es que sí, lo tienes muy prieto
Pues disfrútalo porque lo otro va a ser que no
Y empezó a cabalgarme. Follamos durante un rato y luego nos tiramos al agua. Y allí, junto a la pasarela del barco, le volví a preguntar:
¿Me cuentas ya lo que te pasa?
Ella no dijo nada. Le pregunté:
¿Has soñado con Paula?
Nooo
¿Seguro?
Y tanto, si por las noches me dejas muerta y duermo del tirón
¿Entonces?
Es que esta mañana al despertarme y coger el móvil vi una notificación
¿Un mensaje de ella?
Que va, de Instagram, que es su cumple
Ah
Y he curioseado y me ha entrado algo por dentro… Se la ve contenta con sus amigos y su novio
Ya
Es que es tan injusto, te juro que pensé que ella estaba tan colada por mí como yo de ella, no la entiendo
Estuvo un rato más desahogándose y luego subimos al barco. Me dijo:
Jo, es que me da corte llorarte tanto con esto
No, mujer
Sí, a ver, sé que soy muy pesada y llevo llorándote con este tema desde que estamos aquí, pero no puedo evitarlo, no dejo de pensar en ella
Te entiendo
Yo… Estoy cómoda contigo, me siento cómoda y segura, y me gusta contarte todo, pero esto no te lo quería contar por no ser tan pesada
No importa
Se sentó abatida. Dijo:
Me lo estoy pasando genial, de verdad, por el barco, el sol, el sexo pero sobre todo por la compañía, eres… sabes escuchar, y sabes hablar
Bueno, gracias, sí, tengo orejas y boca jeje
No, tonto, ya sabes de lo que hablo
Ya
¿Sabes que he estado pensando estos días?
¿Qué?
Pues… verás, me lo estoy pasando muy bien contigo, el sexo es genial ¿no? muchísimo mejor que genial, pero es sexo entre amigos, nosotros somos… mmmm pues eso, folla amigos ¿No?
Sí
Sexo divertido, intenso, pero sin más
¿Y?
¿Y si ella sentía eso conmigo?
¿Que te veía solo como folla amiga?
Sí, no sé, a veces pienso que de verdad me quería tanto como yo a ella, pero otras veces pienso “¿Y si era por el sexo?” porque ella me contaba que el sexo con su novio era muy aburrido
No sé, Patricia
Porque yo estoy segura que yo no estaba con ella solo por el sexo, porque mira, ahora tengo un sexo igual de bueno y sigo pensando en ella, si solo fuera por el sexo, pues ni me acordaría y solo disfrutaría contigo ¿No?
Mmmm
Igual que te pasa a ti ¿Verdad? Sigues pensando en tu mujer a pesar de todo el sexo buenísimo que estamos teniendo
Asentí. Patricia meneó la cabeza diciendo:
Vaya dos
La verdad es que cosas así también me las planteo ¿Estaría Olga conmigo solo por el sexo, por la comodidad? ¿Me habrá querido de verdad?
Ya, eso me pasa, pero luego me acuerdo de cuando estábamos juntas… no sé, me parece que eso no se puede simular, me refiero al amor que yo veía en ella hacia mí ¿No?
No lo sé, Patricia
Ufff, ya… pero es que…
Se levantó y la vi dirigirse a la cocina. Entonces le pregunté:
¿La has felicitado?
¿Qué? Noooooo, que dices
¿Por qué no?
Porque acabamos a gritos y diciéndonos cosas muy feas
¿Y qué? Eso son calentones
Pero que ella no quiere saber nada de mí
Es solo una felicitación
Me miró sopesándolo pero negó:
No, no puedo
¿Por qué?
Porque sería peor estar esperando a ver si me lee, si me contesta, o si me contesta con una bordería
¿Peor? Sería mejor, quizás te sientas liberada ¿No?
No, le doy demasiadas vueltas a todo, seguro que me pondría hasta mala de los nervios
Y nos pusimos a cocinar mientras ella cambiaba de tema. Luego, por la tarde, mientras estábamos tumbados, Patricia preguntó:
Pero si le escribo ¿No se lo puede tomar a mal?
Me reí y le dije:
¿Aún pensando en eso?
Claro, no he parado de pensar en eso en todo el día
Jeje
Bueno, di
¿Tomarse a mal una felicitación? ¿En serio crees eso?
Me mandó a la mierda, puede que piense que me meto en su vida y no quiere ¿No?
Lo dudo, o te ignora o te responde, pero enfadarse me parece raro
Mmmm
Se quedó pensativa y entonces bufó:
Mierda, mierda y mierda
Estás nerviosa
Mucho
Jeje
Anda, ven y fóllame, que eso me tranquiliza y dejo de pensar
¿Ah? ¿Ahora soy un tranquilizante?
El mejor jiji
Y me besó ardientemente.
Esa noche, tras una cena donde ella tampoco estuvo muy habladora (solo dijo que tenía una llamada perdida de Mimi pero sin mensajes, que al día siguiente la llamaría cuando estuviera de mejor humor, que si fuera urgente le habría mandado un mensaje), se levantó y se sentó mirando las luces de un pueblo cercano. La dejé tranquila y al rato, vino y se sentó a mi lado:
Dime la verdad
¿Sobre qué?
Si debo o no felicitarla
Jajaja
Joder, que estoy fatal
Perdona, perdona
Contesta
Felicítala
Pero… ya es tarde ¿No?
Quedan tres horas para que se acabe su cumpleaños ¿No?
Sí, pero… no sé
Escríbele, solo un “Felicidades, espero que hayas pasado un día genial” o algo así
Pero… uffff, no
Y se quedó callada. Luego dijo:
Toma, escríbele tú
¿Yo?
Sí, yo no puedo, me tiemblan las manos
A ver ¿Dónde?
Aquí
Vale
Entonces, de repente, volvió a coger su móvil arrebatándomelo de las manos y dijo:
No, mejor que no
Patricia, dámelo
Pero…
Dámelo
Me lo dio dudando y se levantó y se fue. Pero luego volvió y cuando me vio darle a enviar, me dijo:
No me digas si escribe o no, y si responde algo malo, bórralo ¿Vale?
Me miró a punto de un ataque de nervios. La abracé y ella se dejó achuchar. Entonces sonó una notificación y ella se quedó blanca. Miré el móvil y luego se lo di. Ella retrocedió asustada con las manos en su corazón diciendo:
¿Es… Es de ella?
Sí
No… no puedo mirarlo
Patricia, toma
No… No puedo, seguro que me dice que…
Toma
Léelo tú y no me digas nada, yo…
No, Patricia, léelo tú, es lo mejor
Se lo di y me fui dentro. Ella dejó el móvil boca abajo en la mesa y empezó a pasear nerviosa. Se acercaba, lo miraba, y se iba. Al final lo cogió pero no conseguía reunir el valor suficiente como para mirarlo. Me daba pena pero pensé que era algo que le vendría bien, ya fuera malo o bueno. Estaba a punto de salir para decírselo cuando encendió el móvil y leyó. Se quedó quieta como una piedra y entonces lanzó un grito dejando caer el móvil y vino corriendo a mí llorando de contenta. Me abrazó y me dijo entre lloros:
Me… me… me ha escrito… que… que le ha… ha dado mucha… mucha alegría mi mensaje
Lloró unos minutos sin poder contenerse, liberando tensión. Luego, me dijo:
¿Le… le contesto?
Claro
¿El qué?
No sé, pregúntale por sus regalos o su día
Pero… no sé, y si… mierda, parezco una niña tonta ¿No?
Jeje
Pero es que me va a dar algo
Entonces escuchamos su móvil que había dejado caer al suelo. Salimos y lo miró, otra notificación de Paula. La abrió rápidamente y me la leyó:
Me dice “Mira que me han regalado” y es una foto de un jersey… horrible
Me dijo entre incrédula y extrañada. Entonces llegó otro mensaje:
“¿Me quedará bien?”
Patricia se rió y le escribió:
“No, Paula, es horrible, devuélvelo ya, no te pega ese color, el tuyo es el azul, como tus ojos”
Patricia me miró con una gran sonrisa y dijo:
Es que tiene un gusto pésimo, yo la llevaba de tiendas y le enseñaba pero…
Llegó otro mensaje y Patricia lo leyó:
“Jaja, lo sabía, en cuanto lo vi supe que te parecería horrible, hasta yo me he dado cuenta, tuve una buena maestra”
Patricia me miró alelada diciendo:
Ha pensado en mí
Vi como intercambiaban algunos mensajes más y me puse a pensar. Cogí mi móvil y miré una cosa. Luego, le dije a Patricia:
Patri, tu amiga es de este pueblo ¿No?
Señalándole con un mapa en mi móvil. Patricia me había contado muchísimas cosas, incluso de donde era su amiga. Cuando afirmó con su cabeza, le dije:
Mira, está cerca de Motril
Sí, me dijo que iba a la playa a Motril porque está cerca
Bien, pues nosotros estamos al lado
¿Y?
Y tendríamos que ir a repostar combustible y comida
Patricia me miró sin comprender. Seguí:
Vamos a atracar en Motril mañana
Vale
Dile a tu amiga de veros mañana para tomar un café
Patricia me miró con los ojos muy abiertos y negó nerviosamente con la cabeza. Le dije:
Solo un café mientras yo compro
Pero es que… ella no va a querer, yo…
Pregúntale
Pero…
Dile la verdad, que estás en un barco y mañana tenemos que repostar, a ver si os podéis ver
Pero es que…
Le sonreí y esperé. Ella se lo pensó y escribió. Se tiró un buen rato escribiendo, borrando, volviendo a escribir. Cuando al fin mandó el mensaje, la amiga le respondió de inmediato:
“¿Un barco?”
Patricia le explicó un poco y la amiga respondió rápido que sí, que le parecía bien quedar al día siguiente en Motril. Patricia volvió a emocionarse, vi como estaba a punto de volver a llorar pero entonces dijo:
No dejes que me emocione
¿Por qué?
Ella solo se sentirá culpable ¿No?
No lo sé
No, no me voy a emocionar, no, me niego
Hablaron un poco más de los regalos y cortaron. Patricia estaba de los nervios, hablando sin parar. Un rato después estaba dormida en mi hombro, demasiada tensión acumulada, y eso que no eran ni las 10. La llevé a la cama y la dejé allí. Me sentía contento por ella aunque sabía que a mí me esperaba otra noche en blanco.
Mimi
No podía concentrarme en la película. Fer la miraba con atención pero yo no dejaba de pensar. Llevábamos unos días muy bien, ya me consideraba una experta en pajas aunque solo había hecho 3. La noche anterior, tras acabar Fer, me había vuelto a pedir hacerme una a mí pero no lo dejé y él se molestó un poco, o más bien se desesperó, no lo entendía. Yo sabía que él tenía ganas de satisfacerme pero me resistía ¿Por qué? Se me había metido en la cabeza que le iba a dar asco. Sabía que era irracional pero no podía evitarlo y tampoco podía explicárselo.
Y esta mañana cuando me había enterado que mis padres saldrían esta noche y llegarían tarde se me había ocurrido una gran idea, invitarlo a ver una peli y luego, o antes o cuando fuera, hacerle una paja pero con luz, para verlo bien, y eso me había excitado muchísimo. Y lo había preparado todo, palomitas, bebidas, no llevaba ni sujetador para que él tuviera menos problemas al tocarme. Pero esa tarde lo había visto en la piscina con varias chicas y me había entrado de nuevo el miedo, no, no era miedo, era pánico. Pánico a cuando él se aburriera de mí, de solo las pajas o quizás mamadas en un futuro, pero nada más porque jamás me desnudaría delante de él, ni tampoco me metería en una piscina con él, ni retozaríamos en una cama desnudos, o se cansaría de ir con la rara con ropa larga en verano y que la gente nos mirara… y más pronto que tarde se daría cuenta y me dejaría, y otra vez me quedaría sola y sabía que sería mucho peor que antes, que lo pasaría fatal.
Sentí que no podía ni respirar. Llamé a Patri pero no me lo cogió. Cuando me calmé estuve a punto de mandarle un mensaje a Fer para cancelar todo, pero logré reponerme y me pudo más la excitación que el miedo.
Pero cuando llegó Fer y nos pusimos a ver la peli, dijo:
Mimi
¿Qué?
Si quieres puedes ponerte cómoda conmigo
Estoy cómoda
Digo de mmmm de mmmm quitarte el guante y ponerte otra camiseta
Lo miré con sorpresa y le espeté:
Ni hablar
Pero Mimi, a mí no me importa y estás conmigo
Que no
Pero que…
Que he dicho que no y ya está
Y otra vez me entraron los nervios y miedos. Sabía perfectamente que lo hacía con buena intención pero también sabía que si me veía como era en realidad, me dejaría. No me pondría cara de asco y se iría, él no era así, pero sabía sin lugar a dudas que eso sería el principio del fin.
Lancé un suspiro harta de mis pensamientos y él me miró:
¿Sigues enfadada?
No
No quería enfadarte
Lo sé
Lo siento, Mimi, de verdad
Ven
Y nos enrollamos. Pronto la excitación ocupó el lugar de mis miedos. Noté la mano de Fer introduciéndose debajo de mi camiseta, su sorpresa al comprobar que no llevaba sujetador, y su clara excitación en su pantalón. Tras unos minutos, se la saqué y la admiré y me gustó de verás. Sonreí ampliamente y se la cogí. Fui a besarlo pero él me paró y dijo:
Mimi
¿Qué? (intentando que me volviera a besar)
Espera
¿Qué pasa?
Me gustaría verte
Ya me ves
Desnuda
Paré en seco y lo miré sin creerme lo que había escuchado. Él carraspeó y dijo:
Tú me estás viendo todo y a mí me gustaría también disfrutar de ti
Ya disfrutas, te voy a hacer una paja
Ya, eso está genial pero sería mucho mejor si te viera
No
Mimi, en algún momento tendrás que…
No, no, NO
Me levanté, furiosa y nerviosa. Fer, intentando tranquilizarme, me dijo:
Me gustas mucho, ya lo sabes, y estoy deseando…
QUE NO
Pero…
Jamás me verás desnuda ni nada, si quieres eso, ve con las chicas de la piscina, ellas son normales, yo no, yo soy deforme, jamás te podrás divertir conmigo de esa forma ni nada
¿Qué.. qué chicas?
Las de esta tarde
Pero eso eran juegos, yo no quiero nada de ellas
Lo sé, y te creo, pero te digo que con ellas estarás mejor
No, nunca
Sí, vete, vete
No, Mimi
Se levantó para abrazarme pero le grité:
VETE, NO VUELVAS NUNCA MÁS
Y me fui corriendo al cuarto de baño donde lloré sin parar mientras Fer llamaba a la puerta pidiendo perdón. Le grité que se fuera pero él dijo que no, que me esperaba en el salón. Cuando me tranquilicé tomé una decisión, iba a acabar con este desastre de una vez por todas. Salí del baño y fui al salón. Él me miró con una carita de cordero degollado que me hizo quererlo aún más porque claramente lo estaba pasando mal, pero ya no podía seguir engañándolo.
Me planté delante de él y me quité el guante, luego la camiseta y me bajé las mallas hasta las pantorrillas, quedándome solo con las bragas blancas. Levanté los brazos y le dije:
Esta soy yo, la verdadera yo, la asquerosa deformidad y ahora que ya lo sabes, vete, no vuelvas más
Y me puse a llorar. Fer se acercó e intentó abrazarme pero me aparté. Volvió a intentar abrazarme y esta vez me dejé, sin parar de llorar, avergonzada y humillada. Cuando solo me quedaron los sollozos, él dejó de abrazarme y, mirándome muy serio, dijo:
Eres preciosa
Oh, Fer, no sientas pena por mí, eso es peor
No es pena, eres preciosa de verdad
No, vete, vete
No, no me pienso ir
Vete, por favor, me quiero morir (y noté como volvían a caer lágrimas por mis mejillas, odiándome por ser tan llorona)
Mimi…
Entonces se retiró dos pasos y me observó detenidamente. Me puse completamente roja e intenté ocultar mi lado quemado pero él andaba siguiendo mis giros. Al final me paré y él también. Me sonrió y se me acercó:
Perdona, es que antes me he quedado tan impresionado que solo me fijé en lo más llamativo
Mis quemaduras
No, para nada, ahora es cuando las he visto
¿Y en qué te has…?
Y vi como sus ojos se iban a mis tetas y me puse aún más colorada. Él se rió y dijo:
Lo siento, no lo puedo evitar, pero es que son preciosas
Yo…
Y grandes, y super sexi
De verdad, Fer, no sé si te estás riendo de mí o sintiendo mucha lástima, pero mejor te vas
No
Pero mira esto (señalándome mi lado quemado) y esto (dando golpes en mi prótesis)
Lo he visto
Lo miré sin entender nada. Entonces él dijo:
Me gustaría abrazarte pero…
Pero ¿Qué? (“seguro que le da asco” pensé)
Te vas a enfadar
¿Por qué?
Porque… porque estás triste y yo estoy así
Y señaló abajo. Miré y vi una tienda de campaña en sus pantalones. Lo miré sin creérmelo. Él avergonzado, dijo:
Lo siento, sé que no es el momento pero no puedo evitarlo
Yo…
Es que… no te puedes imaginar la de veces que me he imaginado verte desnuda, lo he imaginado mil veces
¿Y?
Esto es un millón de veces mejor que lo que había pensado con mi imaginación, eres… estás buenísima
Que idiota eres (pero no pude evitar el sonreír un poco)
Entonces él levantó una mano y me acarició la cara limpiándome las lágrimas, y luego bajó esa mano por mi lado quemado. Me puse rígida y dije:
No hagas eso, por favor
Para nada es tan terrible, Mimi
Sí, lo es
¿Sabes? Si pudiera me arrancaría un ojo para dártelo y que te vieras como te veo yo
Que bestia eres (y sonreí a mi pesar, porque me había encantado)
Me sonrió de una forma que me desarmó, y dijo:
Estoy disfrutando mucho de las vistas pero sé que estás incómoda
Ya quieres que me vista ¿No?
No, para nada, pero tú sí ¿No?
Claro
Vale, me aguantaré pero con una condición
¿Cuál?
Ponte mangas cortas
Pero…
Mimi, ya te he visto, ya no hay excusa ¿No crees?
Pero es que…
O se me ocurre otra idea mejor
¿Cuál?
Vamos a tu cuarto
¿Para qué?
Él me sonrió traviesamente y puse cara de asombro diciéndole:
¿En serio tienes ganas?
Claro
Lo miré sin poder creérmelo pero asentí, y su sonrisa me mostró claramente su felicidad. Me cogió de la mano pero le dije:
Así no puedo andar
Tenía las mallas casi en los tobillos. Entonces, él me cogió en brazos entre sorpresa y risas mías, y me llevó a mi cuarto donde encendió como pudo la luz y me echó suavemente en la cama. Allí nos besamos largamente, y luego fue bajando con sus besos por mi cuello, mis hombros, mis tetas donde estuvo bastante rato, y luego mi vientre, mi ombligo… Me miró y me quitó las mallas y luego las bragas. Cerré con fuerza mis piernas y pensaba que iba a explotar de lo roja que estaba pero él dijo:
Guau, que preciosidad tan sexi
Tenía un pequeño triángulo muy bien recortado, menos mal. Sonreí tímidamente y me empezó a dar besos en mis muslos y me relajé dejando que abriera mis piernas. Luego, cuando llegó a la zona interesante, cerré los ojos y disfruté al máximo.