Capítulo 10
Verano 2022
Tony
Salí al balcón con una cerveza en la mano. Hacía una noche fantástica, con una leve brisa que hacía muy agradable la noche. Me di cuenta que echaba de menos la charla con Mimi en el banco, me encantaría estar en ese momento escuchándola, pero estaba con sus amigos, como debía ser. Durante el día me había mandado varios mensajes preocupada por mi historia de la noche anterior y queriendo quedar otra vez pero le di excusas, ella tenía que estar con chicos de su edad, no con un viejo deprimido como yo.
Entré en la casa y miré a mi alrededor. Se me hacía inaguantable estar aquí porque sabía que iba a pasar, me iba a poner a pensar en Olga, como siempre “Tendría que salir, ligar y echar un polvo, pasar página” pero no me apetecía nada. Miré el sofá, si me sentaba, empezaría a recordar a Olga. De repente, no pude más. Dejé la cerveza en la mesa, me quité la ropa y me metí en la ducha. Luego, me vestí y salí.
Conduje durante 20 minutos hasta que llegué a la zona de bares que sabía que estarían llenos de chicas guapas. Entré en uno cualquiera. Miré a mi alrededor, buen ambiente, muchas chicas… Fui a la barra, pedí una cerveza y la pagué. Observé con más detenimiento. Varias chicas me miraban, algunas disimuladamente, otras no tanto. Sería tan fácil ir, hablar con ellas,... Eso siempre se me había dado bien, pero no conseguía arrancarme. Me puse a beber y a pensar. Y volví al día anterior de la marcha de Olga.
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28 junio 2022. Sevilla
Tony
Había sido un día normal, y la noche igual. Olga había preparado la cena. Habíamos cenado juntos, con la tele de fondo y charlando sobre el día, como cualquier otro día. Quizás Olga estaba un poco menos risueña de lo normal pero a veces estaba cansada del día en la clínica y no era algo extraño de todo.
Cuando terminamos de cenar, recogí los platos y me fui a la cocina. Ella cocinaba y yo fregaba, ese era nuestro trato tras varios intentos desastrosos de hacer yo la cena.
Estaba terminando cuando Olga entró en la cocina. Como ya hacía calor, iba descalza y solo llevaba unos pantaloncitos muy ajustados y cortos, y una camiseta de tirantes sin sujetador que dejaba ver claramente el contorno de sus grandes pechos, y que me encantaba observar cuando andaba y se le movían al compás de los pasos.
Olga me abrazó por la espalda, fuerte. Me dio pequeños besos en el cuello y me metió las manos por dentro de la camiseta, acariciándome el torso. Luego, una de sus manos se metió en mis pantalones buscando mi polla. Le dije:
Espera, ya mismo termino
Ella me mordió en el cuello y luego dijo:
No, no puedo esperar
Tiró de mí para girarme y me besó ardientemente. Luego, se arrodilló y tiró de mis pantalones cortos hacia abajo, para luego masajear mi polla por encima de mis boxers que no tardó en endurecerse. Entonces, tiró hacia abajo de ellos y mi polla saltó dura. La cogió y la lamió lentamente, sin dejar de mirarme.
Este comportamiento no era lo normal en Olga, pero tampoco era inusual, a veces viendo una peli o sentados leyendo, se calentaba de pronto y quería sexo de inmediato. Esta parecía una de esas ocasiones. Me la mamó como ella sabía hacer, con una maestría total. Me comió los huevos mientras con su mano no paraba de masturbarme, y luego me la chupaba sin dejar de masajearme los huevos, y siempre sin perder el contacto visual conmigo.
Tras unos minutos de intenso placer, Olga sin dejar de chupar, se bajó los tirantes y la camiseta, dejando libres sus pechos. Entonces, cogió mi polla y la restregó por ellos, por sus pezones, sin dejar de mirarme y dijo:
Córrete en mi boca
¿Seguro?
Sí
Y continuó la mamada, pero ahora a un ritmo que en pocos segundos descargué en su boca. Olga paró de moverse pero sin sacarse mi polla de la boca. Me miraba mientras yo seguía corriéndome y gimiendo. Luego, ella se lo tragó todo y siguió chupando un poco más. Cuando ya notó que no salía nada más, se levantó, me dio un beso y se quitó la camiseta, y luego el pantaloncito, quedándose desnuda. Dejó la ropa en el suelo y salió de la cocina, pero antes me lanzó una mirada clara.
Me subí la ropa y fui al salón. Olga estaba tumbada en el sofá, esperándome con las piernas abiertas y acariciándose los pechos. Pude ver su coño mojado, deseando ser besado y acariciado. Me desnudé y me tumbé sobre ella para besarla pero pronto bajé por su cuerpo, sabía perfectamente lo que quería.
Follamos un buen rato sobre el sofá, en varias posturas, aunque Olga no necesitó mucho tiempo para correrse varias veces. Acabamos los dos exhaustos tumbados y abrazados en el sofá, dándonos tiernos besos y diciéndonos lo mucho que nos queríamos.
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Verano 2022
Tony
No me había dado cuenta de nada, de que algo pasaba, de que estaba con otro, nada, no supe detectar ninguna señal, y eso me cabreaba más. Esa noche nos fuimos a la cama cansados pero satisfechos después del sexo, y nos acostamos abrazados, y al día siguiente…
Estuve a punto de tirar la botella contra el mostrador de bebidas del bar. Me calmé como pude. Miré a mi alrededor, más chicas guapas pero yo estaba como capado, no podía, no podía entrarle a ninguna de ellas, no podía.
Dejé la bebida casi sin probar y me marché. No era la primera vez que hacía esto mismo en esos días, otro patético intento de dejar de lado a Olga pero me era imposible. Anduve un rato por la zona sumido en mis tristes y rabiosos pensamientos, porque a veces me entristecían pero otra vez me sentía tan traicionado que quería pegar a alguien. Pensé en meterme en un bar a buscar bronca, eso quizás me calmara, pero ni de eso tenía ganas. Al final, fui a por mi coche.
Conduje casi en automático, la cabeza se me iba una y otra vez a lo mismo ¿Cómo pudo hacerme eso Olga? ¿Desde cuándo? ¿Habría sido con más de uno? Todas esas y muchas más preguntas me rondaban por la cabeza cuando vi a una chica andando por el arcén. Melena oscura, vestido corto, tacones y buen culo, y andaba zarandeándose. Pensé “¿Una puta colocada?” pero era un sitio raro, en medio de ningún lado. Moví el volante para separarme un poco más del arcén y no asustarla. Cuando la sobrepasé, miré por el espejo retrovisor y la reconocí “pero ¿Qué coño?” Instintivamente, frené. La chica pareció no darse cuenta, siguió andando. La miré sin salir del coche “¿Cómo se llamaba? ¿Trini? ¿María? Era algo así”. Era la amiga de Patri.
Bajé del coche y le dije:
No te asustes, soy… tu vecino
Ella se paró y me miró sin verme. Estaba borracha o colocada. Me acerqué despacio y a un par de metros, ella me reconoció:
Ah, el tío bueno
¿Qué haces aquí?
Ella se rió nerviosa y dijo:
Dando un paseo
Pero… Es peligroso, niña
No, no creo
Se me quedó mirando y dijo:
Estás realmente bueno ¿Quieres follar?
¿Estás borracha o colocada?
Mmmm no sé ¿Ambas cosas? jiji
Anda, sube, te llevo a casa
No, no, quiero bailar, y follar
Vale, vale, pero primero a casa, luego…
Nooooo, fóllame, aquí mismo
Niña, anda, entra en el coche
Tras varios intentos, logré convencerla y entró sentándose en el asiento del acompañante. Me dijo:
Me duelen los pies
Y se quitó los tacones. Aproveché para mirarla bien, la chica estaba realmente bien, un bombón de piernas sexis y el vestido demasiado corto con un buen escote y claramente sin sujetador. Luego dijo:
Tengo sed
Ahí en la guantera hay agua
La abrió y sacó un botellín. De un trago se bebió la mitad. Luego dijo:
Menudo cabrón
¿Qué te ha pasado?
Mi… mi… no sé ni lo que es… el cabrón con el que salgo, me ha dejado tirada
¿Dónde?
Aquí
¿En la carretera?
Sí
¿Por qué???
Porque…
Se quedó mirando por la ventana. Pensé que no iba a decir nada más e iba a arrancar cuando dijo:
Quería que follara con una pareja de viejos y no quise
¿Qué???
Le gusta ver como me follan, es raro ¿No?
Bastante
Pero es que eran un tío y una tía de ¿60 años? o por ahí
¿En serio?
Y quería que me los follara para luego follarme él, como siempre
La miré alucinado. Ella continuó:
Joder, ni con la puta pastilla que me dio pude hacerlo, me daba asco, y eso que siempre me pone muy cachonda esa pastilla pero ni con esas… aunque cachonda me puso
Entonces me miró provocativamente y dijo:
Y sigo cachonda
Y alargó una mano para tocarme la pierna. Se la aparté con delicadeza. No conseguía recordar el nombre de la chica. Le dije:
Mira, vamos a casa
¿A tu casa?
No, a la tuya
¿Me quieres follar en mi cuarto?
No, te quiero dejar en tu casa
Pero ¿Cuándo me vas a follar?
No vamos… a ver, niña, estás colocada y necesitas controlarte
Necesito follar
No
Vamos a bailar, y luego a follar
Que no
Arranqué de nuevo. Entonces ella dijo:
¿Y mi móvil?
¿Qué? No lo sé
¿Y mi bolso?
No llevabas
Sí, lo tenía en… oh, joder, me lo he dejado en su coche ¿No?
No lo sé, pero no llevabas nada en las manos
Mierda, mierda
Tranquila, mañana se lo pides
Mañana está con su mujer, no puedo llamarlo, y no tengo mi móvil para llamarlo
“Madre mía con la niña, menudo tío se ha buscado” pensé. Iba a meter la marcha y dijo:
No puedo entrar en mi casa
Pues llamas y que te abran tus padres
No está mi madre, estará por ahí follando con su amigo
Joder
Me quedo a dormir contigo después de follar
Joder, que no vamos a…
Entonces, la chica se fijó en algo de la guantera y lo sacó. Era una bolsita con pastillas. Me miró sonriendo y dijo:
Entonces era verdad, eres camello
No, no vendo esa mierda
¿Y esto?
Las… las pillé para…
Para una fiesta jajaja
Bueno, sí (ni me acordaba de ellas, las había pillado para colocarme y olvidarme, pero gracias a Olga, que era totalmente anti drogas, había dejado de tomarlas hacia mucho y al final no había podido tomarlas y me había olvidado de ellas)
Entonces, la chica abrió la bolsa, cogió varias y se las metió en la boca:
Pero ¿Qué coño haces? (dije alarmado)
Ella sonrió y tragó:
Me cago en la puta, niña, que ni sabes lo que son
Me da igual, quiero colocarme más
Pero que son fuertes, joder ¿Cuántas has cogido?
No sé, unas cuentas
Joder, joder
La chica, sonriente, bebió del botellín y dijo:
Ahora llévame a bailar
A bailar… Ya mismo vas a estar en otro mundo
Pues me follas en ese mundo jajaja
Puse la marcha y nos empezamos a mover hacia nuestras casas aunque no sabía que iba a hacer con ella si era verdad lo de su casa. A los cinco minutos la chica estaba ya sintiendo los efectos de las pastillas. Al principio muchas risas y zorreo, pero pronto comenzó a sentirse mal. Tuve que parar para que vomitara, pero ni aún así se recuperó. Empezó a temblar y a sentirse mal. Me dijo:
Llama a Patri, llama a Patri
Y yo que sé donde está
Llámala, llámala (gimoteando)
La llevé a los asientos posteriores y la tumbé. No paraba de temblar y llamar a su amiga. Me puse nervioso. Miré la hora, las una y media de la noche. Al final, llamé a Mimi que me respondió al poco asustada:
¿Qué pasa? ¿Qué pasa? (muy bajito y voz somnolienta)
Tengo un problema
¿Qué?
La amiga de tu hermana…
¿Isa?
Sí, esa
Y le expliqué todo. Mimi escuchaba y dijo:
Espera, voy a por Patri
Esperé unos segundos y luego Mimi dijo:
No ha llegado
¿Dónde está?
Ha salido esta noche con… se supone que con Isa y el resto
Pues aquí no está, te lo aseguro
Espera, cuelga y la llamo
Vale, gracias
Esperé 10 largos minutos donde Isa pareció dormirse pero sin dejar de temblar. Descolgué la llamada de un número desconocido:
¿QUÉ COÑO LE HAS HECHO A ISA?
Tranquila, que no…
COMO LE HAYAS HECHO ALGO TE…
Que no, tranquilízate… Déjame contarte
Patricia no estaba nada tranquila, me interrumpía constantemente. Al final, quedamos en que iba a recogerla ya que ella estaba en un bar de la zona de donde yo venía. Tuve que dar la vuelta y volver. Me la encontré esperando donde habíamos quedado. En cuanto me vio bajarme del coche, vino casi corriendo a pesar de los tacones que llevaba. Me fulminó con la mirada y miró por las ventanillas del coche. Cuando vio a su amiga, abrió la puerta y la llamó. Isa no se despertaba y Patricia me increpó:
ERES UN CABRÓN ¿QUÉ LE HAS DADO?
Que no le he dado nada, que ella…
HIJO DE PUTA
La gente empezaba a mirarnos y me puse nervioso. Patricia se metió en el coche y cogió a su amiga llamándola. Me quedé fuera, esperando. Al fin, Isa abrió los ojos y dijo:
Quiero irme a casa
Sí, cariño, ya vamos
Intentó sacarla del coche pero Isa no quiso y al final, Patricia me dijo:
Llévanos a casa
Vale
Me metí y conduje en silencio, con ellas dos atrás. Solo escuchaba murmullos de Patricia tranquilizando a su amiga que pareció dormirse. Entonces, al poco, Patricia dijo:
Pero ¿Qué…?
Miré por el retrovisor y vi a Patricia moviéndose en el asiento y entonces dijo con una rabia intensa pero bajito:
¿Dónde coño están sus bragas?
¿Sus bragas? Y yo que sé
¿La has violado, cabrón?
No, joder (me estaba cabreando con tanta acusación)
Hijo de puta
Que no la he tocado, ya te he contado como la encontré
No te creo
Pues es lo que hay
Como la hayas tocado…
Mira, niña ¿De verdad te crees que me voy a meter en este lío habiéndola drogado, violado y no sé cuantas cosas más? La hubiera dejado tirada por ahí
No me fío de ti
Y haces bien, pero tu amiga es la que tiene amistades muy raras porque lo que me ha contado tiene tela
Ella se calló y noté que sabía algo. Cuando llegamos a la urbanización le pregunté:
¿Qué vas a hacer?
No lo sé
Dice que su madre no está
Ya, nunca está
¿Entonces?
Que no lo sé, joder
Patricia estaba claramente nerviosa. Nos callamos. Entonces le dije:
Mira, creo que lo mejor es que la lleves a tu casa
Mis padres…
Tus padres se asustarán y cabrearán como es normal, pero os ayudarán sin pensárselo
Patricia se lo pensó unos segundos y afirmó con la cabeza. Sacamos a Isa del coche y la llevé en brazos hasta el ascensor. Allí, mientras lo esperábamos, Patricia me dijo:
Es mejor que mi madre no te vea, que bastante se va a enfadar ya
Como quieras
Pero como mañana Isa me cuente que te aprovechaste…
Vale
Ah, y ¿Tú qué coño haces con el número de mi hermana? (me dijo con una rabia contenida espeluznante por la mala leche que destilaba)
Tranquila, no es nada raro
¿Te van las niñas o qué?
No, no es eso
Como le hayas hecho algo…
Que no, joder, tampoco la he tocado
Pero como estés pensando en…
Que no es eso, es solo que quiere saber cosas de mi madre y mías
Me miró con los ojos que parecían echar chispas. Llegó el ascensor y subimos, con el peso muerto de Isa en mis brazos. Patricia dijo:
Me enteraré de todo y como…
Que sí, lo sé
Y no vuelvas a llamarla ¿Te enteras? Un viejo llamando a una cría… Joder, puto pervertido
Las dejé ante la puerta de Patricia, dejando a Isa en el suelo apoyada en la pared. Patricia esperó a que me fuera para abrir la puerta.
Me fui a mi casa y me eché en la cama… Menuda nochecita.